Por Adalberto Maldonado* Poco a poco empieza a crecer el interés por asumir la salud de los colaboradores como una inversión que puede traer importantes dividendos. El tema es cómo traducir este propósito en un programa exitoso, que logre los objetivos esperados. El cuidado de la salud de los colaboradores siempre ha preocupado a las organizaciones, pero como una obligación a cumplir. Una nueva perspectiva agrega que no solamente implica una mejora al interior del corporativo, también es un vehículo de inversión que debe incorporarse a la estrategia de negocios. Ejemplos que alertan: la Coparmex, en 2014, estimó que las enfermedades crónicas no transmisibles redujeron la productividad en las empresas en 11,500 mdp. Mientras que el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) estimó en 2012 que el sobrepeso y la obesidad generan pérdidas económicas de unos 400 millones de horas laborales, lo que se traduce en 20,000 mdp. Crear un grupo de salud en la empresa, pues, implica generar un proyecto de inversión que apoye a la productividad y competitividad. Esto obliga a considerar algunos factores:
  1. Un diagnóstico real. Es importante tener el diagnóstico de salud de una empresa, pero también una radiografía demográfica de su población laboral. Edad promedio, gente de oficina o de campo, mayoría de hombres o mujeres, si se trabaja en una fábrica o en el área de servicios, ya que esto se traduce en distintas necesidades de salud y es importante detallarlo.
  2. Objetivos inteligentes. Es bien conocido el modelo de acción SMART, que propone crear objetivos específicos, mensurables, alcanzables, importantes y con límite de tiempo establecidos. Además, hay que alinearse a la estrategia de negocios de la organización. Tomar en cuenta la misión, visión y valores corporativos, determina con detalles las herramientas necesarias para encarar el reto.
  3. Comité multidisciplinario. Por supuesto que tiene que estar implicada el área médica del corporativo, pero también recursos humanos, finanzas, el departamento legal y hasta la dirección general. Este comité evaluará el alcance de los objetivos, conocerá con precisión los indicadores y los medirá con periodicidad, para saber si funciona el programa o dónde es necesario corregirlo.
  4. Salud, pero también capacitación. Salud y capacitación profesional son los dos conductores para desarrollar el capital humano de una organización. Cuando impactas en la salud generas mayor flujo de capital humano, con la capacitación mejoras la calidad de ese flujo. Ambos pilares deben considerarse en una estrategia integral, cuyo objetivo es tener colaboradores más sanos y mejor preparados para sus tareas.
  5. Liderazgo del área de finanzas y dirección general. Aun y cuando los gestores del programa son las áreas médicas y de recursos humanos, sus líderes deben ser las áreas financieras y de dirección general. Ellos deben definir objetivos que se resuelvan en un ROI (retorno de inversión), analizar métricas e indicadores precisos de salud y productividad, y acompañarse de datos financieros; en resumen, encarar la campaña como cualquier proyecto de la empresa.
  6. Medir programas. Una plataforma tecnológica para gestionar programas de salud puede mejorar estas actividades; la implementación de un software para la administración, control y análisis de información de la salud de los colaboradores de la organización permitirá automatizar y dar seguimiento a indicadores, información, reportes y procesos del programa. Un buen programa permite:
  • Contener riesgos
  • Otorgar información para toma de decisiones más acertadas
  • Proteger la salud de los colaboradores. Hay empresas profesionales que desarrollan estas plataformas y gestionan campañas de salud.
Un buen programa de salud y bienestar en las empresas ayuda a disminuir al menos nueve de once factores de riesgo, como malos hábitos de alimentación, sedentarismo, sobrepeso y obesidad, tabaquismo, colesterol, presión arterial, glucosa, estrés, depresión y alto consumo de alcohol. Se cumple con la normatividad y reduce costos laborales, pagos de primas y multas. Pero más importante: un buen programa de salud acompaña de forma decisiva a los objetivos de productividad de la empresa, que podrán realizarse con colaboradores sanos, motivados, en plenitud de sus capacidades creativas y operativas. *Fundador y director general de BMSA Group. Cursa el doctorado en Gestión Estratégica y Políticas del Desarrollo en la Universidad Anáhuac.   Contacto: Página web: bmsa.com.mx Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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