El Gobierno de Argentina, que preside el ultraliberal Javier Milei, instó a los miembros de la Cámara de Diputados del país suramericano a que la discusión “artículo por artículo” de la denominada “ley ómnibus” se lleve a cabo “con la mayor de las celeridades”.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, pidió este martes en su conferencia de prensa diaria en la Casa Rosada (sede del Gobierno) “más propuestas concretas” y “menos discursos revisionistas” a los diputados.
“La Argentina empobrecida necesita propuestas”, dijo Adorni.
El Ejecutivo logró el pasado viernes que el proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos se aprobara en general por 144 votos a favor y 109 en contra, tras tres jornadas de tenso debate.
Sin embargo, la formación gobernante de ultraderecha La Libertad Avanza, tercera minoría en el Parlamento, optó por aplazar la votación particular de cada artículo hasta este martes.
El oficialismo decidió así ganar tiempo para negociar con sectores de la oposición considerados “dialoguistas” -que ya respaldaron el proyecto en general- los apoyos necesarios para la votación del articulado de la iniciativa, que sienta las bases del programa de Gobierno libertario de Milei, y que es rechazado de plano por los bloques parlamentarios de la izquierda y del frente peronista Unión por la Patria (primera minoría).
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Tras recortar casi un tercio de la “ley ómnibus” original, para la votación en general el oficialismo contó con el apoyo del bloque aliado Propuesta Republicana (Pro, centroderecha) y de las fuerzas opositoras Unión Cívica Radical, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal.
Preguntado por el posible uso del derecho a veto por parte de Milei -una atribución constitucional de los presidentes argentinos que permite al mandatario rechazar una decisión legislativa-, Adorni prefirió “dejar que avance” el debate particular en la Cámara de Diputados, penúltimo trámite de la “ley ómnibus” antes de su paso por el Senado, en vez de plantear cuáles serán los siguientes pasos del Gobierno.
En los alrededores de la sede del Congreso, las autoridades volvieron a reforzar su presencia para evitar disturbios como los que acontecieron la semana pasada.
Adorni tachó de “inadaptados” a los manifestantes violentos y denunció agresiones a periodistas, a agentes de las fuerzas de seguridad y a legisladores o el incendio de objetos en la calle.
“Tienen derecho a marchar, pero si cortan la calle (…) las fuerzas de seguridad van a actuar”, advirtió el portavoz, recordando las estrictas normas que impone el protocolo de seguridad establecido por el Gobierno desde diciembre, que, entre otras cuestiones, impide cortar las calles.
Con información de EFE.
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