El consumidor en América Latina está dejando de comprar de forma desmedida, se preocupa por el medio ambiente, indaga sobre el cuidado a su salud y se toma pausas del mundo digital, según el más reciente estudio de tendencias realizado por la compañía de seguros Sura, y la consultora Ipsos Strategy3.
La pandemia, dice el estudio, nos hizo cuestionarnos nuestros hábitos y comportamientos, y ahora repensamos nuestras formas de consumo.
Así, de acuerdo con la investigación que realizaron Sura e Ipsos para anticiparse al comportamiento de las personas, muchos consumidores están optando por el minimalismo como una forma de vivir responsablemente con la sociedad y el medio ambiente.
No te pierdas: ¿Subir o no los precios? Esto planean los fabricantes de productos de belleza ante la inflación
Entre el nuevo estilo de compras descrito por la investigación de tendencias, se prioriza el consumo de productos locales y autóctonos, por apoyar a las comunidades locales, y a la sostenibilidad.
“Los estilos de vida amigables con el ambiente y que generen impacto social se vuelven ahora una nueva forma de vida aspiracional, en la que las normas sociales llevan a que se comparta el hecho de que los comportamientos sostenibles equivalen a hacer lo correcto, sancionando socialmente a todo aquel que no haga lo mismo”.
Respecto a la salud, el estudio asegura que el consumidor ahora aprovecha la disponibilidad de nuevas herramientas tecnológicas que en tiempo real monitorean variables físicas, así como la amplitud de información disponible en la red, para ser protagonista en la gestión de su salud.
Se considera que por tanto, ahora las personas recurren hasta a terapias alternativas, como una nueva forma de cuidar de sí mismos.
En cuanto al mundo digital, dicen Sura e Ipsos, el consumidor se encuentra ante una saturación de información y estímulos, por lo que empiezan a surgir rutinas de tecnología lenta, es decir, usando un solo dispositivo a la vez.
“Surgen grupos de personas que se quieren alejar de la vida virtual, para estar más conectados con la vida real, poniéndole límites a internet y escapándose de la hiperconectividad”, dice el informe, mientras aclara que la decisión de desconexión está principalmente guiada por el cuidado de la salud mental y la calidad de vida.
