Detrás del 97 sobre 100 que el emprendedor David Friedeberg sacó en un examen de finanzas en la Universidad de Harvard había esfuerzo, tiempo y “drogas inteligentes”, también conocidas como nootrópicos. Es decir, suplementos alimenticios naturales o sintéticos que potencian el desempeño mental, como la memoria, la concentración y la motivación. Este mexicano de 28 años tenía menos de 24 horas para prepararse para esa prueba. Sabía que le costaba centrarse en una misma tarea por más de 20 minutos, así que decidió explorar con los también llamados “potenciadores cerebrales”. “Cuando las estás tomando no sientes nada. Es cuando acabas la actividad en que estabas concentrado que miras el reloj y ves que ya se han pasado 4 horas”, afirma Friedeberg, en entrevista para Forbes México. A su regreso a México luego de terminar sus estudios en EU, se dio cuenta de la escasez de nootrópicos naturales en el país. De ahí nació Oxomio, la startup que fundó hace poco más de un año y que hoy vende seis tipos de suplementos alimenticios, entre ellos, smart drugs. Los suplementos alimenticios son productos que se ingieren vía oral, hechos a base de productos como hierbas o extractos y que sirven para complementar la dieta, según la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. Un ejemplo sería una pastilla de Vitamina D o un batido de proteínas. Oxomio empezó a testear sus productos con clientes en 2017 y a comercializarlos en febrero de 2018, primero en Amazon México y luego a través de su sitio web. Su CEO y fundador afirma que él aportó todo el capital inicial y que, por el momento, rechazan la entrada de inversores. Tienen más de 1,500 clientes cada mes, con un crecimiento del 50% mensual. La empresa lleva sacando casi un producto por mes y en septiembre facturó 500,000 pesos en México, aunque también vende en EU. Mercado de suplementos en México  Los datos optimistas de Oxomio coinciden con los del sector. Según Concamin, entre 2003 y 2017 el sector de los suplementos alimenticios en México vendió 125.5 millones de pesos (mdp) y generó más de 7,000 empleos directos y 3,000 indirectos. “El consumidor mexicano es cada vez más consciente de la importancia de consumir nutrientes adicionales, en aras de llevar una vida más saludable, alcanzar metas físicas o paliar el cansancio del día a día”, argumenta un estudio del ICEX España sobre este mercado en México. Esto ayuda a entender que Euromonitor prevea un crecimiento del mismo en 2018 y que los miembros de la Asociación Nacional de la Industria de Suplementos Alimenticios (Anaisa) tengan inversiones planeadas por 470 mdp entre 2017-2020 en desarrollo, infraestructura e I+D. La innovación de Oxomio En el caso de Oxomio, el componente innovador está en las fórmulas, porque mezclan varios ingredientes para conseguir los efectos buscados y porque “todos son naturales”. El proceso de creación de cada producto parte del efecto buscado. Por ejemplo, la startup decide sacar un suplemento que ayude a potenciar la memoria, como con las cápsulas Rodia. Para ello, se reúne con laboratorios, nutriólogos y consultores externos que les asesoran con qué productos pueden trabajar bajo la condición de que sean 100% naturales. Además del producto, Friedeberg afirma que la estrategia de Oxomio para diferenciarse en el mercado está en la transparencia. “Muchos productos dicen que tienen 20 ingredientes, pero en realidad no sabes qué estas tomando exactamente. En nuestro caso sí ponemos decir qué hay en cada cápsula, aunque las etiquetas no dicen mucho porque la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) no te deja”, afirma. Para que un suplemento alimenticio pueda comercializarse en México es necesario contar con la aprobación de este organismo. El objetivo del trámite es evitar que determinados productos se vendan como suplementos sin serlo o que incluyan ingredientes prohibidos en el país. También puedes leer: Siete claves básicas para nuevos emprendedores El CEO de Oxomio ve bien que haya control sobre las sustancias que se venden, pero apunta a que la normativa no se aplica porque es fácil encontrar productos ilegales, por ejemplo, en gimnasios. El filtro de la autoridad retrasa la puesta en venta de los suplementos, pues la autorización puede demorarse hasta año y medio. Pero además, limita la información que contienen los frascos y de la publicidad. Por ejemplo, Mynus, de Oxomio, es una mezcla de 5-HTP y extracto de frijol blanco. Su función es ayudar a la pérdida de peso mediante la reducción y manipulación del apetito. Sin embargo, este dato sólo puede encontrarse en la web de la compañía, porque Cofepris prohíbe presentarlo como “producto dietético o que sirve para modificar las proporciones del cuerpo”, según explica en su sitio web. La controversia de los productos milagro A pesar del nombre, el 5-HPT es un nutriente natural. En la web de Oxomio intentan luchar contra el escepticismo que despiertan los “productos milagro” con información y enlaces a estudios científicos que avalan el uso y efectos de los nootrópicos o sus componentes. No obstante, también existen investigaciones que apuntan a que este es un campo que aún necesita más investigación y otras que concluyen que el principal efecto de algunos de estos suplementos es placebo. Y en el caso de Oxomio, las mezclas de ingredientes de sus productos aún están por testear su eficacia real o efectos secundarios. Porque aunque se vendan como naturales, la Cofepris alerta que el origen de los suplementos, natural o sintética, no es garantía de seguridad. “Los ingredientes en sí tienen investigación detrás. Las fórmulas no, pero estamos trabajando en estudios, aunque requieren tiempo. Pero los suplementos no son medicamentos, no necesitan este apoyo científico”, afirma el CEO de la startup. En las oficinas de Oxomio hay frascos grandes de nootrópicos que sus empleados consumen regularmente. Porque a pesar de la polémica alrededor de estos productos, como usuarios y empresarios del sector están convencidos de su utilidad como potenciadores mentales o, como dicen los del gremio, “biohackeadores”. “Queremos que Oxomio sea un lifestyle completo, como Red Bull o GoPro. Nuestro cliente es alguien que quiere optimizarse, ser la mejor versión de sí mismo”, explica el CEO. Esta es la filosofía que reinaba en las aulas de Harvard, pues según su experiencia, si un estudiante no consumía algún tipo de suplemento mental se consideraba que no quería llegar a tu máximo potencial. Quien parece estar suplementada para llegar a su pleno desarrollo es Oxomio. Entre sus planes inmediatos están la puesta en venta de un batido proteico y la versión júnior de Rodia, potenciador de la memoria, y Kyom, aceite de Krilly omega 3. También trabajan para conseguir más certificaciones y, en breve, prevén estar en utilidades. También puedes leer: Cómo obtener la condonación del IVA en suplementos alimenticios

 

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