Forbes En la negociación del contrato más grande del mercado eléctrico mayorista, Katya Somohano nunca imaginó la forma en que el tercer hombre más rico de la India se involucraría en la transacción. “Cuando uno piensa en personajes como Lakshmi Mittal, piensa en alguien que tal vez no está tan atento a los detalles o que sólo conoce su industria desde el punto de vista de las grandes tendencias y lo estratégico”, dice la directora general de CFE Calificados, una filial de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) encargada de comerciali­zar la electricidad de la empresa estatal con los grandes consumidores, como son los industriales. En las conversaciones a distancia, se percató de cuánto conocía su negocio en México el CEO global del gigante acerero ArcelorMittal: a un nivel de detalle. Desde, por ejemplo, cuántos hornos tiene la planta de la compañía en Lázaro Cárdenas, Michoacán, hasta el número de toneladas de acero que produce por hora. Durante el mediodía del martes 30 de octubre de 2018, la filial mexicana y el gigante siderúrgico anuncia­ron la firma de un contrato de abastecimiento de electri­cidad con valor de 1,000 millones de dólares (mdd). Este acuerdo implica que, a partir del 1 de enero de 2020, CFE Calificados entregará 600 MegaWatts (MW) a la planta acerera de Lázaro Cárdenas. El contrato es por cinco años, pero se puede ampliar por cinco años más. La electricidad será generada con dos tecnologías: 80% de centrales de ciclo combinado y 20% de eólicas, aproximadamente. “El factor de carga, que es básicamente el número de horas que se va a estar demandando la energía, equivale a 262,000 megawatts [MW]”, comenta la funcionaria. Para darse una idea del tamaño del trato, un MW equivale a un edificio como la Torre Mayor (en Paseo de la Reforma, de la Ciudad de México), que tiene 225 metros de altura, 55 pisos, 29 elevadores y más de 84,000 metros cuadrados de espacios de oficinas. Para CFE Calificados, de reciente creación, fue un jugoso contrato. “Estamos, básicamente, duplicando en un sólo contrato y, en una perspectiva de mediano plazo, el mercado eléctrico mayorista”, presume la directiva. Pero no sólo eso: la filial se estrenó como bróker, con las capacidades para diseñar la ingeniería financiera, acceder a mercados financieros y lograr contratos con gigantes globales. Para este contrato, CFE Calificados está usando todo el portafolio de CFE para generar redundancias y contar siempre con un suministro equilibrado. “CFE tiene 15 contratos de generación que provienen de diferentes lugares del país, y esto nos permite garantizar siempre el suministro”, agrega la funcionaria. Te puede interesar: CFE pacta abasto con el mayor consumidor energético de México

El contrato con ArcelorMittal significó el despegue de CFE Calificados, encabezada por Katya Somohano. Foto: Fernando Luna Arce/Forbes México.

El mercado eléctrico Somohano espera que otros grandes consumidores de electricidad en el país volteen a ver a CFE Calificados. De los 40 millones de usuarios de electricidad que tiene México, solo 1 millón no son domésticos, pero son los que aportan la mayoría de los ingresos de CFE. “Estamos hablando de 300,000 clientes, propiamente”, dice. No son sólo industriales, también incluye cadenas comerciales, como las de tiendas de conveniencia o cadenas de cine, que, al sumar sus establecimientos, se vuelven apetecibles para CFE Calificados. ArcelorMittal es el mayor consumidor de energía en el país. Pertenece a un mercado de 216,000 MW/h, de los cuales, 30% puede ser potencialmente calificable. Fundada en 2006, la compañía de origen hindú tiene un valor de mercado de 36,800 mdd, emplea a 197,000 per­sonas y reporta ingresos anuales por 68,600 mdd. Ocupa el puesto 152 de la lista “Global 2000” de Forbes. Es también el principal productor siderúrgico y mi­nero del mundo, con actividad industrial en 19 países, y comercial en más de 60. Es el mayor productor de acero y mineral de hierro, con una capacidad cercana a 114 millones de toneladas anuales. ArcelorMittal también gana con el contrato con CFE Calificados, pues le da certidumbre sobre sus costos de electricidad, el más importante de sus insumos. ¿Qué es ser calificado? CFE es resultado de la reforma energética de 2013. CFE Calificados tiene el mandato de ser sustentable financie­ramente. Su objetivo es ganar contratos en un sector del mercado que está abierto a la competencia. Los grandes usuarios, definidos como “usuarios calificados”, son aquellos que consumen más de un MW de energía. A partir de ese umbral, estos clientes tienen la opción de permanecer en el esquema actual de tarifas reguladas que ofrece CFE, o bien, migrar hacia el mercado calificado. Si opta por ser usuario calificado, debe registrarse ante la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para re­cibir electricidad como participante del mercado o me­diante un suministrador de servicios calificados. La Ley de la Industria Eléctrica obliga a la empresa calificada a seleccionar un suministrador que le permita participar en el mercado eléctrico mayorista (MAM). Es ahí donde los suministradores eléctricos privados y CFE Calificados (como ente público) entran en escena para ganar contratos de los grandes consumidores. Las ventajas de este mercado es que se pueden definir transacciones acordes con la estructura de costos del consumidor, y pactar precios por energía en otras mo­nedas, si eso le conviene. Esto significa que puede hacer ajustes a sus patrones de consumo para bajar el costo. En contraste, las tarifas reguladas se rigen forzosamente por tres tipos: base, intermedia y punta. “Por ejemplo, pactas un precio igual para todas las horas del día [con la tarifa regulada]. Entonces, puedes tener una producción plana porque ya no tienes esos diferenciales de precio tan importantes entre un periodo y otro”, dice Casiopea Ramírez, analista de Fresh Energy Consulting. Te puede interesar: ArcelorMittal sale de Costa Rica por diferencias con gobierno

Foto: Fernando Luna Arce/Forbes México.

Pero aún existen retos, como la falta de liquidez y pocos participantes, agrega Ramírez. Eso provoca una falta de credibilidad y, sobre todo, genera dudas sobre cuál es el cálculo correcto de los precios. “[Adicional­mente] tenemos demasiados nodos, y el precio depende mucho del nodo en el que estés”, añade. “Tenemos más de 2,200 nodos en el país; hay una diferencia de precios entre nodo y nodo, y al generador y consumidor le va a impactar mucho su ubicación, porque el diferencial de precios alguien termina pagándolo”. Somohano recuerda que el esquema previo a la apertura del sector era poco atractivo, pues se propor­cionaban subsidios que dificultaban el cambio hacia un esquema de mercado donde los precios reales se deter­minan sin ningún subsidio. “Hoy en día, el reto es que este costo de mercado sea un costo más eficiente que el que puede generar la propia CFE con la tarifa regulada, [de modo] que haga atractivo que empresas que quieren ser más eficientes en sus costos [opten] por un esquema de competencia”. El acuerdo entre AccelorMittal y CFE Calificados es muy bueno para el sector, acepta Ramírez. ArcelorMittal tiene amplio conocimiento en mercados de commodities y gestiona esta clase de riesgos, pues cuenta con depar­tamentos de energía especializados, por ser la energía la parte importante en su estructura de costos, reconoce. El nuevo horizonte Hoy, CFE Calificados tiene aproximadamente 30 contra­tos con usuarios calificados en diferentes sectores como automotriz, farmacéutica y servicios, con presencia en el centro, el occidente y el norte del país. Uno de sus clientes es el Sistema de Transporte Co­lectivo Metro, de la Ciudad de México, con un volumen de 120 MW. También tiene otro contrato de 30 MW con la empresa farmacéutica Pisa y con Camesa. Y está en pláticas con gigantes automotrices como BMW, Toyota y DaimlerChrysler. Somohano recuerda que CFE Calificados se consti­tuyó con un capital inicial de 1.5 mdd y que hoy, a dos años de su creación, vale en libros 30 veces más. Pero el futuro de CFE Calificados puede verse frenado por el nuevo gobierno, que designó en la dirección general de CFE, definida como Empresa Productiva del Estado, a Manuel Bartlett, quien ha prometido que revisará la salud de la compañía y sus filiales y subsidiarias. Somohano se dice tranquila con respecto del multi­millonario acuerdo con ArcelorMittal. “Son contratos muy complejos, que requieren tiempo para poderse asesorar. Lo que me parece relevante es que ha sido auditado por muchas instancias, incluidas del gobierno corporativo, comisarios, auditores externos y la propia Auditoria Superior de la Federación”, afirma. Sin embargo, hasta la entrevista con Forbes Méxi­co, realizada en noviembre, Somohano desconocía si algún contrato había sido visto por el equipo energético del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador. Hubo, durante la transición, un espíritu de gran apertura y transparencia, dice Somohano. La funciona­ria afirma que, si el nuevo gobierno mantiene el esque­ma de mercado, CFE Calificados puede lograr que CFE mantenga en su portafolio más de 50% de los usuarios calificados industriales del país. Y más: “Podría recu­perar aquellos clientes que se fueron por la figura del autoabasto, previo a la reforma energética”, concluye.

 

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