Más de 23 años después del lanzamiento original de la serie Pokémon, Nintendo y Game Freak siguen publicando juegos que son aclamados por millones alrededor del mundo. El pasado 15 de noviembre finalmente salieron a la venta Pokémon Sword y Pokémon Shield, que componen la octava generación de la serie, introduciendo una interesante lista de cambios y adiciones que a una semana de su lanzamiento lo han convertido en un éxito de ventas.

La franquicia de Pokémon es una de las más peculiares, no sólo de los videojuegos, sino en la industria del entretenimiento en general, al contar con innumerables piezas de mercancía, contenido y un dedicado ejército de fans.

El primer cambio más importante es que ésta es la primera generación de la serie hecha para el Nintendo Switch, y que se puede jugar de forma nativa en una televisión, ya que históricamente esta franquicia ha vivido en las consolas móviles de Nintendo; tanto Let’s Go, Pikachu!, como Let’s Go, Eevee!, que se publicaron en Switch, son en realidad remakes.

Como cada generación, Sword y Shield introducen una nueva región del mundo ficticio de Pokémon. Esta vez la historia se ubica en la isla de Galar, que está fuertemente inspirada en Reino Unido, adoptando elementos de su geografía, folclor y arquitectura. Esta nueva generación introduce 81 nuevas especies de Pokémon, así como más de una decena de variantes regionales.

Igual que en títulos anteriores, tomamos el lugar de un joven que comienza su viaje para convertirse en entrenador Pokémon, dejando su pequeño pueblo, para descubrir y atrapar muchas criaturas y medirse con los líderes de los distintos gimnasios de la región. Aquí ya comienzan las diferencias entre Sword y Shield, ya que de los ocho gimnasios disponibles en cada juego, dos son exclusivos. Yo decidí comenzar con Sword, que se caracteriza por incluir al Pokémon legendario Zacian, que es un lobo fantástico que carga una espada en la boca.

Hasta aquí todo cumple con la expectativa mínima de cualquier entrega de Pokémon. El gran salto que da esta serie es hacia la simplificación y la libertad. A diferencia de los demás juegos, Sword y Shield hacen opcional una gran parte de diálogos que no son vitales, y permite evitar a las criaturas salvajes. Antes, era absolutamente tedioso el recorrer un área inexplorada ya que cada cinco segundos nos atacaban.

Aunque éste no es todavía el Pokémon tridimensional de mundo abierto con el que siempre hemos soñado, se acerca mucho con la introducción de Wild Area. Ésta es una zona fuera de las ciudades que podemos recorrer a placer sin movimientos de cámara fijos, ya que podemos rotar la visión con los sticks, que siempre han estado restringidos debido a las limitaciones técnicas de las consolas. En esta área podemos encontrar distintos Pokémon dependiendo de la hora del día o del clima, así como podemos entrar a una nueva modalidad cooperativa llamada Raids.

Otro de los mejores cambios es la introducción de las mecánicas Dynamax y Gigantamax. La primera transforma nuestros Pokémon en una versión gigante de éstos durante la batalla, y funciona con básicamente todas las criaturas disponibles. La segunda es una transformación exclusiva de algunas especies, que además de hacerlas más grandes y cambiar su apariencia, y les brinda nuevos poderes. Afortunadamente estas transformaciones están limitadas para ciertos momentos, lo que impide que se rompa el juego.

Si bien éste es el primer juego de la serie donde no aparecen todas las especies de Pokémon en existencia desde el primer juego (que hasta ahora se eleva a más de 800 personajes), Sword y Shield cuentan con la sorprendente cantidad de 400, que son más que suficiente para cualquier jugador regular. Cualquiera de estos dos títulos ofrece más de 40 horas de juego tan sólo con su campaña. Los fans más dedicados de la serie podrán esperar a la siguiente generación para poder tener absolutamente todos en un solo juego.

Debido a la lista de mejoras que se han ido acumulando con el tiempo, sobre todo las técnicas, Pokémon Sword y Pokémon Shield son probablemente las mejores entregas que ha visto la serie; gracias a la libertad y simplificación de sus antes monótonos sistemas y dificultad que demandaba demasiado tiempo de los usuarios, ésta es definitivamente mi generación favorita de Pokémon. Quienes sean fans de la serie, no dudarán en adentrarse en estos juegos, pero afortunadamente, quienes nunca la hayan probado, encontrarán un sistema accesible, pulido, y amigable con los no iniciados.

 

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