Las tendencias de movilidad están cambiando de forma radical en todo el mundo y eso se debe tanto a los hábitos de las personas, como a los cambios tecnológicos en los automóviles que también se están dando de forma acelerada. A su vez, eso ha cambiado la industria de los seguros y así están surgiendo formas innovadoras de mantener lejos los riesgos al conducir.

En +Dinero de Forbes México entrevistamos a Francisco Díaz, líder de reaseguro para Swiss Re México y Centroamérica, para conocer el panorama al respecto.

“Como industria nos debemos de ajustar a todos los cambios que están ocurriendo; antes asegurábamos al vehículo con base en distintos valores de este (cuánto cuesta reponerlos en caso de accidente, en caso de robo total o parcial, cuánto cuestan las autopartes), el seguro de nueva generación va a migrar a productos que cubran las necesidades de protección de una persona y los riesgos en los que puede incurrir independientemente de la forma de movilidad que utilice, ya sea un auto propio, rentado, un scooter o incluso una bicicleta”, afirma.

Según explica, en lugar de asegurar un vehículo con una tendencia promedio de variables, ahora se evaluarán los buenos hábitos de manejo del asegurado para ofrecerle un beneficio en la prima, una característica mucho más personalizada.

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“En la actualidad tenemos acuerdos con muchas armadoras a nivel mundial para trabajar en un nuevo score de sistematización de autos, de modo que esa data tenga un impacto directo en la prima que vas a pagar. Los datos son la materia prima de los seguros, nosotros buscamos constantemente mecanismos para analizar bases de datos inmensas a partir de la información que se recaba de los coches. Ahora lo hacemos a través de robots con inteligencia artificial para establecer las tarifas de los seguros y crear productos de vanguardia a raíz de esos datos”, detalla Francisco Díaz.

Según indica el directivo, se espera que para 2030 alrededor del 100% de los vehículos que se vendan ya tengan todo tipo de capacidades de medición y automatización en mayor o menor sentido y que en la próxima década se vendan a nivel global 100 millones de pólizas que tengan elementos de hábitos de manejo.

¿Y qué hay de los autos no tan “modernos”, qué queda para ellos?

La respuesta a esto es sencilla, pues los teléfonos inteligentes y las apps se convertirán en “sustitutos” de esas máquinas ultramodernas de cuatro ruedas y también ayudarán a crear un récord de qué tan buen conductor es el usuario para determinar el costo de su seguro. El objetivo es que más personas puedan tener acceso a una póliza de seguros diferenciado y se vean beneficiadas en sus tarifas de seguro.

Otra opción que ya se maneja desde hace algunos años en nuestro país es la contratación de seguros de pago por uso, pues mientras algunos conductores solo usan su auto para ir y volver de la oficina, hay otros que manejan todo el día. En este sentido, el seguro funciona como una especie de taxímetro, arrancas, te detienes y pagas con base en los kilómetros que utilizas.

“Cada vez más se digitaliza la cadena de distribución de seguros y de ello se deriva un gran beneficio, pues la industria de seguros junto con la industria automotriz, queremos ayudar a que haya menos accidentes, menos muertes y menos pérdidas económicas por accidentes vehiculares en el mundo”, finaliza el líder de reaseguro para Swiss Re México y Centroamérica.

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