Por Fabián González de la Mora* La incorporación de la protección a la imagen comercial o el Trade Dress (por su traducción al idioma inglés), es una de las novedades en Propiedad Industrial que más van a beneficiar a los titulares de estos derechos en México. Si bien es cierto que antes de las Reformas a la Ley Mexicana de Propiedad Industrial existían formas para intentar proteger e incluso defender la imagen comercial, éstas eran demasiado costosas o difíciles de comprobar para acreditar un mejor derecho. Al respecto, podemos mencionar que la anterior reglamentación, en su artículo 213, Fracción XXVI, señalaba como una infracción administrativa, así como una actuación de competencia desleal el uso de la combinación de “…elementos operativos y de imagen que permitan identificar productos o servicios iguales o similares en grado de confusión a otros protegidos por esta Ley…”. No obstante, esa declaración tenía varias complicaciones, como el correcto y legítimo acreditamiento del titular de esos elementos operativos y de imagen, sus medidas precautorias y en su caso la sanción al usuario no autorizado de dichos elementos; porque no existía un derecho como tal denominado o que englobara la imagen comercial, como ya sucede a partir del 10 de agosto de 2018. Es hasta esta reforma a la Ley que en su Artículo 89, fracción VII, se incorpora la imagen comercial o trade dress como un tipo de “marca” de la siguiente manera: “… La pluralidad de elementos operativos; elementos de imagen, incluidos, entre otros, el tamaño, diseño, color, disposición de la forma, etiqueta, empaque, la decoración o cualquier otro que, al combinarse, distingan productos o servicios en el mercado …”. Así, tenemos un importante avance en esta materia pues los emprendedores y empresarios del país, y sobre todo los franquiciatarios, ya pueden contar con un título de registro emitido por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que les dará certeza total frente a terceros sobre la titularidad de dicha imagen comercial, generando así un derecho concedido. Pero ¿cuál es la importancia de esta nueva figura para los negocios en México? En definitiva, permitirá identificar mediante elementos de imagen y/o operativos a un producto o un servicio y esto evitará copias o imitaciones que generan una competencia desleal más allá de una libre competencia. Así como las marcas, esta imagen comercial brinda distintividad a los productos o servicios con ciertos elementos, para ser reconocidos por el público consumidor, como vemos principalmente en restaurantes, hoteles o tiendas de autoservicio, cuyos elementos operativos o de imagen (por ejemplo, la decoración, el mobiliario, la iluminación, los colores, etc.) nos permiten identificarlos aun si no tuviéramos a la vista sus denominaciones. Por otro lado, las aplicaciones informáticas descargables o software podrán protegerse dentro de este mismo sistema de protección tan robusto y que contempla distintos tipos de marca, como lo son las marcas innominadas o las marcas tridimensionales por su forma de acomodo y/o los elementos de imagen que conllevan cada uno de estos. Pensemos así en los principales sistemas operativos de telefonía celular y todos esos elementos operativos que los distinguen; la protección que se brindaba a esas interfaces generalmente era por un diseño industrial, ahora, todos los elementos en su conjunto podrán protegerse mediante la imagen comercial o trade dress del producto software. Como ejemplo, el trade dress de Apple consiste en algunos elementos registrados (diseño de cada uno de los 16 iconos en la pantalla de inicio de iPhone enmarcados por la forma rectangular con bordes plateados y un fondo negro) y no registrados (un producto rectangular con 4 esquinas igualmente redondeadas, entre otras características) en la configuración de iPhone. Resulta interesante que la composición de la imagen comercial surge de la mezcla de distintos elementos como, diseños, colores, tamaños, formas, empaques o hasta decoración de un producto o servicio. Por último, vale la pena mencionar que una figura similar utilizada en Europa, para distinguir productos o servicios, son las marcas de posición y que también juegan un papel importante, aunque diferente al trade dress, y que consisten en la manera específica en que la marca se coloca en el producto. Otra figura es la marca tridimensional, que en España protege todo aquello que el consumidor reconoce como imagen de marca cuando entra a un establecimiento, aunque esta última si se encuentra vigente en México también. En conclusión, las nuevas figuras de propiedad industrial contemplan beneficios y amplían el panorama de registro para proteger y defender la distintividad de un producto o servicio, y deben ser aprovechadas por empresas a través de la guía de expertos en la materia, para obtener el mejor beneficio tanto de su protección como de su comercialización. *Director General de Clarke, Modet & Co. México.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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