Gráfica: Sener
La IP usa menos del 3% de permisos para importar gasolina
El gobierno ha emitido 522 permisos para la importación de gasolinas al país, pero solo 12 empresas han ingresado combustible extranjero.
La iniciativa privada utiliza apenas una fracción de los permisos vigentes para importar gasolina a México.
La Secretaría de Energía (Sener) ha emitido 522 permisos para la importación de gasolinas al país, pero solo 12 empresas han ingresado combustible extranjero, sin contar a Pemex Transformación Industrial, de acuerdo con los últimos datos disponibles de la dependencia.
Ahí se constata que esa estrategia sólo se ha aprovechado a un 3%.
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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que su gobierno revisará los permisos de importación que se otorgaron a partir de la Reforma Energética con Enrique Peña Nieto, y que no son utilizados.
“Queremos hablar con los poseedores de estos permisos de importación para saber por qué no se han llevado a cabo las importaciones autorizadas a particulares”, declaró el mandatario durante su conferencia de prensa matutina el pasado 14 de enero.
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El artículo 48 de la Ley de Hidrocarburos, fracción I, detalla que los permisos de exportación e importación de petróleo, gas y petrolíferos serán expedidos por la Sener.
“Cuando la administración pasada concedió estos permisos, las empresas no tenían capacidad para importar combustible, incluso fue criticada la solidez de las empresas que los solicitaban. Hay compañías muy formales y respetables, pero existen otras que fueron cuestionadas desde el principio sobre su capacidad logística para importar el combustible”, explicó Arturo Carranza, analista del sector energético.
El experto energético de Caraiva y Asociados, Ramsés Pech, recordó que parte del problema es que no hay terminales de almacenamiento para combustibles suficientes. Además, Pemex asume todo el riesgo logístico, por lo que vuelve más atractivo mantener el suministro con la petrolera estatal.
Además, el esquema de estímulos fiscales por parte de Hacienda no incentiva un mercado competitivo por parte de los privados, por lo que deciden seguir con Pemex.
