Napoleón Gómez Urrutia, el líder sindical minero que permaneció 12 años fuera de México tras ser acusado del desvío de 55 millones de dólares de un fondo para los trabajadores del sector, está de regreso en la escena política con la intención de encabezar reformas laborales con un enfoque especial para que los empresarios del país “se vuelvan más responsables” y apoyar la democratización sindical. Las modificaciones al marco legal laboral mexicano, forman parte de los cambios estructurales que impulsa la nueva administración y el Congreso mexicano, afirma el ahora senador de la República, quien fue electo por la vía plurinominal con el respaldo de Morena –el partido que se impuso ante el PRI y el PAN con mayoría en ambas cámaras–. Como presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, Gómez Urrutia afirma que apoyará, no un cambio de cultura laboral, sino una nueva cultura patronal en el país, ya que “la ambición desmedida debe tener límites en cualquier sector”. “Necesitamos que los empresarios se vuelvan más responsables, que moderen sus medidas de ganancia y utilidades a cualquier costo, a veces hasta con el costo de la vida y la salud de los trabajadores; y se vuelvan más generosos con la sociedad, les retribuya parte de lo que han generado y se les ha otorgado, como son los recursos naturales propiedad de la nación, una relación laboral flexible, adecuada e importante que les ha permitido avanzar”, detalla en entrevista para Forbes México. Cuando habla de los empresarios, se refiere en gran medida a los dueños de concesiones mineras del país, sector que Gómez Urrutia conoce a detalle, no porque se haya desempeñado como trabajador de alguna de mina, sino por ser el representante de los trabajadores del sector, dirigencia que previamente ostentó su padre Napoleón Gómez Sada. Pese a este antecedente, que ha generado cuestionamientos respecto al proceso de su elección frente al Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), se pronuncia a favor de la democratización sindical y la integración de medidas de transparencia en su interior. Gómez Urrutia es secretario general y presidente del (SNTMMSRM) desde mayo de 1994, actividad que no se interrumpió con su exilio de más de una década en Vancouver, Canadá, derivado de las acusaciones de malversación de fondos que se intensificaron con la explosión de la Mina 8 de Pasta de Conchos, en la que murieron 65 mineros. Andrés Manuel López Obrador ha querido establecer una tregua con el sector empresarial del país, sin embargo, sabemos que la relación con los empresarios del sector minero no ha sido la mejor. ¿Cómo va a impulsar desde el Senado estos cambios? Normalmente siempre hay una oposición al cambio, pero el presidente lo dijo muy claramente, hay que reconstruir este sector, hay que impulsarlo. Nadie está en contra de impulsar el desarrollo de la minería, menos yo, nos interesa que las empresas crezcan, que se generen otras fuentes de ocupación y oportunidades, pero hay que establecer un proceso de negociación de diálogo de flexibilización por parte de ellos, sino quieren que cambie nada, viendo la realidad de este país puede haber conflicto y de lo que se trata es de evitarlos. Las empresas podrían contribuir mucho, el sector minero es clave, se desarrollarían polos de desarrollo. Se quejan mucho de la inseguridad y tienen razón, pero no hacen nada para evitarla. Es parte de lo que yo he estado proponiendo, nunca me entendieron, me atacaron, incluso lanzaron toda esa campaña sucia, feroz y cobarde, pero la verdad es que no entienden que este país debe ser más justo y equitativo, es la única forma de disminuir la desigualdad y evitar corrupción. En México existe la percepción de que los sindicatos forman parte de la estructura de corrupción, a la que tanto se ha referido el presidente López Obrador y con la que ha prometido acabar durante su administración. ¿Cómo va a ocurrir eso si estamos presenciando el regreso de figuras como Elba Esther Gordillo o solicitudes de amparo por Carlos Romero Deschamps? Comparto absolutamente esta necesidad de cambio y freno a la corrupción que se ha generado en muchos sectores, yo no calificaría a todos, porque la corrupción no es particular de un grupo, un sector, una organización, hay corrupción empresarial, como la que estamos viendo ahorita, con el tema de la gasolina, hay corrupción política. Es un tema que hay que cancelar, eliminar como dijo el presidente, ese es su objetivo número uno y hay que ayudarle en esta tarea porque si no México no va a cambiar, entonces la forma de hacer son dos formas: una es con el diálogo, la negociación de los cambios que se quieren hacer y crear la sensibilidad necesaria que participen y acepten esos cambios; y dos, de todos modos crear estructura jurídica que se haga respetar. Ese es el otro tema, tenemos una buena Ley Federal de Trabajo, el problema es que no se ha respetado correctamente. Hay que cambiar todo esto, reformarlo y esa será nuestra responsabilidad desde la parte jurídica, de transformación de las iniciativas en el Senado y el Congreso de la Unión, así como apoyar estos proyectos del gobierno federal, incluso cuando haya limitaciones y temas que no hayan incorporado. Lo que hay que hacer es crear esta infraestructura jurídica, estos cambios de modernización de transparencia, de democratización sindical, por su cuenta muchos de los que no representen los intereses de los trabajadores se van a ir haciendo a un lado. No opinaría de nadie en particular, sólo se va a dar de manera natural lo que hay que hacer es crear esto y pronto para apagarse a esas reglas, el derecho a sindicalizarse, a elegir un dirigente, es únicamente de los trabajadores y a ellos les corresponderá decidir internamente en base a la autonomía sindical que dirigentes tenemos.

 

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