El control de la exploración, la explotación y la distribución del litio aprobado por diputados y senadores de Morena, PVEM y PT es inconstitucional, ya que las modificaciones a la Ley Minera no cambian lo ya determinado en la Constitución Política, aseguró Marcos Francisco del Rosario Rodríguez, coordinador de la licenciatura en Derecho del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).

La clasificación del litio no puede pasar de prioritaria a estratégica sin una reforma constitucional, además de que son necesarios nuevos acuerdos con Canadá y Estados Unidos en el marco del T-MEC para llevarla a cabo, expresó el especialista.

“Jurídicamente hablando es una iniciativa que viene a vulnerar la Constitución porque le está dando al litio la categoría de un ámbito estratégico, cuando está [definido] como prioritario”, añadió el experto.

“Las actividades estratégicas son aquellas en las que única y exclusivamente el Estado se hará cargo de la explotación, la exploración y la comercialización de un recurso determinado. ‘Prioritario’ implica que podrá compartir esa actividad o recurso con el sector privado, pero siempre reteniendo la mayor parte del control. Éste es el caso de la minería, está en el sector prioritario”, aclaró el abogado.

Del Rosario Rodríguez dijo que lo que está pasando es que desde una ley secundaria se quiere colocar al litio en el ámbito estratégico, cuando la Constitución marca que sólo los minerales radioactivos corresponden a dicha área.

Lee: Estatización del litio comienza en México con una mina de incertidumbre

El abogado explicó que esta modificación a la Ley Minera llegó como una “respuesta política a la intentona que fracasó para reformar constitucionalmente lo energético”, es decir la votación mayoritaria, en la Cámara de Diputados, contra la iniciativa impulsada por el presidente para la llamada reforma eléctrica, el pasado domingo 17 de abril.

Esta nueva iniciativa, que reclama el litio para ser explotado únicamente por el Estado mexicano, sólo requirió de una mayoría simple para aprobarse, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, al no tratarse de una reforma constitucional, por ello, la bancada de Morena, partido en el poder, no tuvo obstáculos para avalar y lo hizo, incluso, en tiempo récord.

“El presidente tomó el riesgo de que, aunque la modificación a la Ley Minera fuera inconstitucional, se la aprobaran”, observó Marcos Francisco del Rosario Rodríguez.

El académico del ITESO adelantó que esto dará pie a que se presente una acción de inconstitucionalidad por parte de otros grupos parlamentarios ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a lo que se sumará una lluvia de amparos de particulares que ya cuentan con concesiones para la exploración y explotación de yacimientos de litio.  

La iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador propone recuperar para el Estado el control y la administración de los recursos del subsuelo de carácter minero, específicamente del litio, para lo cual se crearía un organismo federal similar a Petróleos Mexicanos (Pemex).  

Asimismo, prohibe que en las asignaciones mineras relativas al litio participe el capital privado. Esto deja en situación de incertidumbre a las empresas que ya operan en el país a través de concesiones otorgadas en administraciones pasadas, dado que no se especifica qué sucederá con ellas. 

“Es tan desprolija [la iniciativa] que no plantea en qué situación jurídica quedan estos concesionarios, lo cual genera incertidumbre jurídica”, alertó Marcos Francisco del Rosario Rodríguez.

En el panorama internacional, la modificación a la Ley Minera también tiene consecuencias importantes. En el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se estableció que no se podían cambiar las condiciones comerciales establecidas al momento de la firma. 

“No se puede cambiar el estatus de un mineral que al momento es prioritario y por tanto sujeto al intercambio comercial. Si se cambian esas reglas, se está vulnerando lo acordado en el T-MEC. Tendría que haber una modificación de ese apartado, y que los tres países estuviesen de acuerdo”, puntualizó el académico. 

No te pierdas: Bolivia es el aliado de México para explotar, producir y procesar el litio

Litio: ¿el futuro de México?

Marcos del Rosario señaló que las reservas de litio en suelo mexicano, si bien están catalogadas dentro de las 10 más grandes del mundo, de acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos de Norteamérica (USGS, por sus siglas en inglés), sólo permitirían que México se convirtiera en un productor menor de este mineral, a diferencia de países como Chile o Bolivia.

Víctor Manuel Olea Contreras, profesor del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del ITESO, señaló que el panorama está listo para que surjan tensiones entre los países firmantes del T-MEC, por lo que habrá que ver cuáles son las respuestas de los gobiernos de Canadá y Estados Unidos.

Olea Contreras añadió que es imperativo que el gobierno apueste por la creación de tecnología nacional para obtener el mayor beneficio posible de los yacimientos nacionales.

“Para que la explotación de litio por parte del Estado pueda tener frutos, se tiene que desarrollar tecnología propia, pero nos encontramos en un escenario en el que se le ha quitado mucho presupuesto a la ciencia, bajo un discurso de despilfarro. Si no existe un apoyo a ese sector, va a ser muy difícil ver algún resultado duradero que propulse el desarrollo económico de México”, aseguró. 

El especialista retomó el ejemplo de Bolivia, uno de los países más ricos del mundo en reservas de litio, que desde 2008 trató de impulsar una visión de industrialización en torno a este mineral, durante el mandato de Evo Morales.

“Se suponía que para 2015 el país ya iba a manufacturar baterías de autos eléctricos, pero es un proceso que sigue estancado”, destacó. 

Olea Contreras señaló que de no apostar a la creación de tecnologías es altamente probable que México termine convertido en un mero exportador del mineral, renunciando así a las posibilidades de desarrollo económico que ofrece.  

“La prioridad del gobierno de López Obrador, más allá de reformar esta ley, debe apuntar hacia el desarrollo tecnológico que nos lleve a otros derroteros. Debemos apuntar a un modelo que le permita a México dejar de ser un país periférico en términos de la economía mundial, dedicado únicamente a exportar recursos naturales, para convertirse en un país en transición, que produzca bienes manufacturados con valor agregado”, propuso.

El catedrático advirtió que existe escepticismo respecto a cuáles son los límites tolerables de la intervención del Estado en las actividades económicas. El ejemplo más claro es Pemex, paraestatal que “no nos ha llevado a ningún tipo de bonanza como se esperaba, en gran parte porque se vio envuelta en muchos de los vicios de la clase política mexicana”. 

Te recomendamos: Riesgos de explotar el litio son muy altos para ser asumidos por el Estado: AIMMGM

El ABC del litio 

Fernando Hernández Ramírez, coordinador de Ingeniería Química del ITESO, explicó que el litio ha adquirido una importancia estratégica a nivel mundial equiparable al petróleo, gracias a sus usos en las energías renovables.

Catalogado como el metal más ligero que existe, el litio se utiliza para la manufactura de vidrios y cerámicas especiales, como los necesarios para instrumentos ópticos y de laboratorio y cerámicas refractarias, también es utilizado en la elaboración de grasas y lubricantes para uso industrial. 

Sin embargo, el uso más importante y por el cual es altamente codiciado es el que tiene en las baterías, gracias a su alta densidad de carga, expresó.

“Eso lo vuelve muy atractivo para aplicaciones en las que el peso es importante. Todos los dispositivos electrónicos portátiles como celulares y laptops lo utilizan, así como autos eléctricos y artefactos que son enviados al espacio”, relató el académico, y añadió que se han detectado yacimientos de litio en diferentes estados del país, los más importantes en el norte. Todos, por cierto, continúan en etapa de exploración.  

Para la extracción del litio de estos yacimientos, es necesario un proceso de electrólisis que implica mucha energía y es costoso, detalló.

“El precio del litio en los últimos años ha estado regulado por el mercado, ya que la demanda va en aumento”, apuntó Hernández Ramírez.  

Datos de Trading Economics estiman que el valor de la tonelada de litio, a principios de abril de 2022, es superior a los 78 mil dólares, equivalente a más de un millón 500 mil pesos mexicanos.  

El experto señaló que queda pendiente el tema del reciclaje: “Nuestros hábitos de consumo de aparatos electrónicos están afectando la redistribución de litio. Se puede convertir en un contaminante importante de nuestras aguas, al ser las sales de litio altamente solubles en agua”, advirtió.

Sin embargo, dijo, el litio se puede recuperar de las baterías con procesos químicos relativamente sencillos, si se disponen correctamente los desechos.  

Sobre los usos del litio en la industria farmacéutica cuando es en forma de carbonato de litio, por ejemplo, para tratar el trastorno bipolar, el especialista alertó que este elemento resulta tóxico para las células, por ello dijo que ve razones para estudiar más a fondo la redistribución de litio tras la disposición de baterías, su consecuente absorción en cuerpos de agua y su interacción con organismos vivos. 

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

 

Siguientes artículos

Bimbo
Venta de Ricolino, un paso positivo para Bimbo: analistas
Por

A Mondelēz la compra le da la posibilidad de aprovechar las capacidades de la ruta al mercado de Ricolino para su negoci...