Atmósfera es una consultora dedicada a la estructuración de deuda pública o privada, así como a la obtención de capital privado. Esta compañía, enfocada sobre todo en empresas financieras, fue fundada por una emprendedora y arrancó operaciones en el año 2015 con la intención de ayudar a las empresas a cumplir un sueño: colocar deuda en bolsa.
“Yo, para ese entonces, llevaba trabajando casi 10 años en banca de inversión. Lo que yo veía es que había muchas empresas que se acercaban con las casas de bolsa o con algunos banqueros de inversiones […] y si las empresas estaban chiquitas o no suficientemente institucionales, las rechazaban”, dice Georgina Boysselle, fundadora de Atmósfera, en entrevista para Forbes Women.
Y sí, efectivamente estas empresas no estaban listas para dar este paso tan relevante, opina Boysselle. Sin embargo, en este escenario, la emprendedora encontró una oportunidad: “Yo conozco todos esos procesos en los que tendrían que trabajar, ¿por qué no ayudarlos? Y de ahí es que nace la idea de traer clientes que tuvieran este sueño de colocar en bolsa y todo el proceso de institucionalización, gobierno corporativo, mejora de controles operativos, etc.”, dice.
No obstante, el camino al que se enfrentaría Georgina no sería tan fácil. Por un lado, debía presentar sus propuestas de mejora a compañías que tenían arraigados ciertos esquemas de trabajo. Por otro lado, también se enfrentaba a directivos y fundadores que presentaban cierta resistencia al cambio. “Sí, fue muy duro […] Con una arrogancia natural te decían ‘no gracias’ o ‘¿quién eres tú para decirme qué estoy haciendo mal?’”, confiesa.
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Este escenario le reveló a la emprendedora la necesidad de aplicar una estrategia que le permitiera ofrecer un mayor valor agregado desde la misma presentación. Así, realizaba, junto con su equipo, un diagnóstico de las empresas que contrastaba con mejores prácticas. Esto les permitía a los directivos observar claramente cuáles eran sus oportunidades y cómo podían aprovecharlas.
Una vez que Atmósfera logró tener sus primeros clientes, los retos no cesaron; “Es difícil que si llevas teniendo el control absoluto de tu negocio, esta idea de soltar el control genera mucho conflicto al inicio”, comenta.
El enfoque de la empresa es justamente contribuir a fortalecer el gobierno corporativo de las compañías; lograr, por ejemplo, que tengan consejeros independientes en sus consejos de administración, comités para la toma de decisiones y que alcancen una auditoría interna robusta. También los apoyan en la realización del análisis de riesgos de su propia empresa.
“Cuando logras que la empresa sea súper institucional, la llevas a la bolsa e intentas venderla a inversionistas […] y hay como aversión al riesgo […] Muchas veces los inversionistas no están abiertos a conocer nombres nuevos, les da mucho miedo”, confiesa.
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Un modelo disruptivo
El modelo consiste en la colocación en bolsa de un producto estructurado (mezcla de varios instrumentos financieros) con niveles moderados de riesgo –que en muchos casos alcanzan calificaciones AAA–. Por la naturaleza compleja de este tipo de instrumentos y con el objetivo de que los inversionistas los comprendan cada vez mejor, Atmósfera lanzó una serie de cursos informativos, y totalmente gratuitos, en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Este esfuerzo de orientación comenzó a dar sus frutos. Actualmente, Atmósfera tiene como clientes a Mas Leasing, Factor Exprés, Inventa Créditos, Grupo CAPEM, Credijal, JHLeasing, Vanrenta, Firma Car, Imagina Leasing y Pretmex. Está conformada por un equipo de 11 personas –de las que siete son mujeres–. Durante estos años, ya lograron colocar 4,000 millones de pesos.
“Mi nuevo sueño es colocar bonos temáticos, bonos verdes, bonos sustentables, bonos sociales […] Si logramos que la financiera a la que estamos apoyando reciba recursos de los inversionistas y apoyan a las pymes, ya es un impacto en México. Pero si además hacemos que todas estas financieras […] empiecen a apoyar proyectos que tienen un impacto social o ambiental positivo, ¡wow!”.
Vientos en contra para las mujeres emprendedoras
Georgina considera que cada vez existen mejores condiciones para que las mujeres emprendan. Sin embargo, esto no ha ocurrido a la velocidad deseada. “Los inversionistas son muy adversos al riesgo”, dice. Por lo que obtener recursos se torna complicado.
“Es muy frustrante que todavía en México como que no se le da el mismo valor al emprendimiento de un hombre y al de una mujer. A veces los inversionistas desconfían de la mujer”, menciona. Y es que aún existen mitos como que los emprendimientos liderados por mujeres suelen ser poco escalables: “Se imaginan que es como el hobby”. Otro pensamiento también muy arraigado, dice, es que las mujeres al casarse y tener una familia optarán por abandonar sus proyectos.
Para la fundadora de Atmósfera es importante romper con estructuras de pensamiento que tanto daño hacen al género y originar mejores condiciones para las mujeres que están buscando emprender. “Somos más pasionales, y esa pasión que le estamos metiendo a nuestros emprendimientos está dando frutos. Estamos creando empresas que están generando empleos, que están siendo exitosas, que están generando utilidades y, sobre todo, que están teniendo impacto en los países en los que estamos emprendiendo”, destacó.
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