La dinastía Castro no estará más al frente de la Presidencia de Cuba. Miguel Díaz-Canel toma el timón en medio de una eterna crisis económica en la isla. El exprimer vicepresidente de los Consejos de Estado y de ministros de Cuba es el primer dirigente nacido después de la Revolución en alcanzar puestos como ministro de Educación Superior y vicepresidente. En entrevista vía telefónica con Forbes desde La Habana, el experiodista de Granma, Yander Zamora nos cuenta que la llegada de Díaz-Canel a la presidencia de Cuba se trata de un relevo generacional en la dirección del país que ya estaba planificado y que fue anunciado durante el mandato de Raúl Castro. “Se veía venir que era Miguel Díaz-Canel desde que fue nombrado primer vicepresidente de Cuba en 2013. Ya entonces Raúl Castro dijo que no era ‘un advenedizo o un improvisado'”, cuenta Zamora. El nuevo mandatario deberá enfrentarse a una economía estancada, una infraestructura en decadencia, la hostilidad de Estados Unidos y a las críticas a un modelo de control estatal con salarios bajos en el marco de un congelamiento de la iniciativa privada. Forbes te presenta los retos a los que deberá enfrentarse el nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Económicos Cuba creció 1.6% en 2017 debido al incumplimiento de las inversiones, problemas de disponibilidad de combustible y el azote del huracán Irma en septiembre. Para la exembajadora de El Salvador ante la Organización de los Estados Americanos y actual Diputada en la Asamblea Legislativa de su país, Margarita Escobar, los retos económicos de Cuba por tanto seguirán siendo los mismos. Una Cuba con una eterna crisis económica y social, una Cuba que la llaman “transición” pero se apellida igual: Castro. “Es un rostro más joven, con exceso de continuidad, lleno de ortodoxia que hereda los mismos problemas socioeconómicos del pueblo cubano y que aplicará la misma medicina: un sistema comunista fracasado”, señala. El turismo, el principal motor de la economía local, creció un 19.7% en los primeros 11 meses de 2017, llegando a los 4.3 millones de visitantes. Astié-Burgos señala que, durante su último viaje a Cuba en diciembre de 2017, en los hoteles de la capital no había productos médicos básicos como agua oxigenada, lo que podría dificultar la estancia de los turistas en la Isla en caso de que estos tengas un accidente. Políticos   El margen de maniobra del nuevo mandatario sería limitado debido a que el Partido Comunista sigue siendo la fuerza política motriz de la isla y continuará siendo encabezado por Castro hasta 2021. En la dirección del Partido, junto al presidente, hay otro veterano revolucionario: José Ramón Machado Ventura, de 87 años. El embajador de México y titular de la Cátedra Fernando Solana, Walter Astié-Burgos, considera que desde que Raúl Castro tomó el poder en Cuba no se han presentado grandes cambios, debido a que hay un grupo de poder que no permite que avancen las reformas económicas que requiere la Isla. “Será difícil que el nuevo presidente realice cambios a fondo, ya que es fiel seguidor de las prácticas de los gobiernos castristas”, agrega. Los entrevistados coinciden en que los desafíos políticos a los que se enfrentará el presidente Díaz-Canel están relacionados con los grupos de poder que están al interior del Partido Comunista de Cuba. “Es previsible que haya disputas entre el nuevo gobierno y algunos grupos de poder que tengan otras ideas, debido a que la visión del presidente Miguel Díaz-Canel está arraigada a la de los hermanos Castro”, considera la profesora asociada del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México, Guadalupe González. Relación con Estados Unidos El próximo presidente se ha mostrado más en sintonía con los tiempos que corren, pero no alimenta demasiadas esperanzas de generar un cambio en política exterior, por lo que será difícil un acercamiento con Estados Unidos. En junio de 2017, el presidente Donald Trump canceló el acuerdo de Estados Unidos con Cuba y echó por la borda los avances de la administración actual para reactivar la economía del país caribeño. “Desde este momento cancelo el pacto del gobierno anterior con Cuba”, dijo el político republicano desde el barrio de La Pequeña Habana, en Miami, Florida. Escobar considera que la relación de Cuba con Estados Unidos y América Latina tiene dos ángulos: desde Cuba y hacia Cuba. En la primera, será la misma retórica con un tono de voz distinto, será el mismo método con un presidente de apellido diferente. En la segunda vertiente, no veo cambios de Latinoamerica hacia Cuba. La diputada salvadoreña considera que un grave error que no permitirá ese acercamiento es que Cuba sigue arropando la grave crisis venezolana, por lo que espera que el nuevo presidente de Cuba utilice su influencia política en beneficio de los venezolanos y que sus decisiones se basen en dar legitimidad internacional a su mandato. Puedes leer: El sucesor de los Castro no impulsaría cambios radicales en Cuba    

 

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