Diez pasajeros y tres tripulantes de cabina fueron enviados a un hospital en Nueva Zelanda después de que un “evento técnico” provocara un fuerte movimiento en un vuelo de LATAM Airlines de Sídney a Auckland que dejó medio centenar de personas lesionadas, informó el lunes la compañía aérea sudamericana y una empresa local de servicios sanitarios.
El vuelo LA800 de LATAM Airlines que operaba la ruta Sydney – Auckland- Santiago de Chile, aterrizó en el aeropuerto de Auckland el lunes por la tarde según lo previsto. El avión Boeing 787 transportaba 263 pasajeros y nueve tripulantes de mando y de cabina.
En una reciente declaración, el mayor grupo aéreo de América Latina dijo que el vuelo “presentó un fuerte movimiento cuyas causas están siendo investigadas”.
“Producto del incidente, 10 pasajeros y 3 tripulantes de cabina fueron derivados al Hospital de Middlemore para confirmar su estado de salud”, añadió.
LATAM, que no proporcionó más detalles sobre el problema que presentó la aeronave matrícula CC-BGG, dijo que estaba entregando asistencia a los pasajeros y que ya reprogramó el vuelo para el martes.
La firma neozelandesa Hato Hone St John, dijo más temprano que atendió a unas 50 personas en el aeropuerto neozelandés y que una de las personas estaba grave, mientras que el resto había sufrido lesiones de leves a moderadas.
“El avión, sin previo aviso, simplemente cayó. Quiero decir, cayó como nunca antes había experimentado en cualquier tipo de turbulencia menor, y la gente salió lanzada de sus asientos, golpeó la parte superior del techo del avión, salió arrojada por los pasillos”, dijo el pasajero Brian Jokat a la BBC.
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‘Evento técnico’ en Boeing 787 de LATAM deja varios lesionados y 13 hospitalizados
El Boeing 787-9 Dreamliner tenía ocho años de antigüedad, según el sitio web de seguimiento de vuelos FlightRadar24.
La causa del aparente cambio repentino de trayectoria no pudo determinarse de inmediato. Expertos en seguridad dicen que la mayoría de los accidentes aéreos son causados por una combinación de factores que deben investigarse a fondo.
“Algunos paneles del techo se rompieron por la gente que salió disparada y los golpeó. Y varias personas sangraban en la cabeza”, dijo Jokat, que no resultó lesionado en el incidente, añadiendo que pasajeros del avión que eran médicos proporcionaron vendajes y aparatos ortopédicos para el cuello a los heridos.
En 2008, decenas de personas resultaron heridas cuando otro avión de fuselaje ancho, un Airbus 330 operado por Qantas Airways, cayó bruscamente debido a lecturas defectuosas de una computadora de datos de vuelo mientras se dirigía a Perth, en Australia.
Boeing dijo que estaba trabajando para recopilar más información y que brindará apoyo a la aerolínea. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos y la Junta Nacional de Seguridad no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
Por otra parte, el diario The Wall Street Journal reportó el sábado que el Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación criminal sobre la explosión en el aire del 737 MAX en un vuelo de Alaska Airlines en enero.
Las acciones del fabricante de aviones caían en torno a 4% en los negocios de la mañana.
Con información de Reuters.
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