Aunque la universalización de un programa de pensiones para adultos mayores responde a la necesidad de evitar que un gran número de personas de este sector  se integre a las filas de pobreza, es necesario establecer lineamientos claros de cómo se va a fondear un programa amplio de apoyo económico a los beneficiarios. “Será necesario saber en dónde se van a dejar de poner recursos, en dónde se va a dejar de construir, porque ahí es donde se puede valuar y si va a ser un programa sostenible en el tiempo o sólo sexenal. Mientras no tengamos claro la fuente de fondeo de esto y su sostenibilidad en el tiempo es difícil evaluarlo, más allá de que estamos envejeciendo y es un tema de justicia social”, apuntó Enrique Díaz Infante, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). El presidente electo ha expresado su intención de integrar un programa de pensión universal a los adultos mayores que duplique el monto de lo que actualmente reciben los beneficiados con el programa de Pensión para Adultos Mayores de la administración de Enrique Peña Nieto. Carlos Urzúa, previsto para ocupar el cargo de secretario de Hacienda y Crédito Público, apunto hace unos días que la pensión universal estaría enfocada en personas mayores de 68 años, quienes podrían cobrar 1,160 pesos mensuales. En el caso de los integrantes de comunidades indígenas, la edad requerida para recibir este apoyo sería a los 65 años. En ambos casos, el programa que propone la administración de AMLO levantaría las restricciones que actualmente establece el gobierno federal a los adultos mayores para integrarse a este apoyo. Sin embargo, en opinión de Díaz Infante sería más adecuado integrar un padrón de beneficiarios y evitar que un adulto mayor reciba más de dos pensiones, ya sean de carácter asistencialista, como es en el caso de la que otorga el gobierno federal; o de contribución definida, a la que están integrados los trabajadores que empezaron a cotizar antes de 1997. Desde la perspectiva del académico el aumento de la edad de los beneficiarios es adecuada, tomando en cuenta los cambios demográficos y el aumento de la esperanza de vida de los trabajadores mexicanos. Actualmente el gobierno federal entrega un apoyo económico mensual de 1,160 pesos de forma bimestral a personas mayores de 65 años en adelante, siempre que no reciban ingresos superiores a 1,092 pesos mensuales por concepto de pago de jubilación o pensión de tipo contributivo, entregadas en entidades de la Administración Pública Federal. Este programa de Pensión para Adultos Mayores tiene cobertura nacional e incluye acceso al Seguro Popular y el cuidado de la salud de las personas adultas mayores. La universalización de la pensión para adultos mayores será una de los principales planteamientos que se harán en el gabinete de López Obrador, aunque esto no integra una reforma general al sistema de pensiones mexicano, por lo menos durante los primeros meses de la gestión, aseguró Gerardo Esquivel, asesor económico del equipo de transición. “No se ha planteado en el corto una reforma, aunque hay que hacerlo, estamos absolutamente consientes de la trayectoria de las pensiones, del costo que va a implicar una vez que empiece a jubilarse la gente que inicio con la reforma. Sabemos que va a ser una presión importante, pero vamos a empezar a plantear la discusión en los próximos meses ya hay diferentes propuestas”, apuntó el asesor durante su participación en Cumbre México 2018 Perspectivas crediticias durante el gobierno de López Obrador, organizado por Moody’s. Te puede interesar: 
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