Reuters.- El Fondo Monetario Internacional seguirá apoyando las reformas fiscales progresivas en América Latina y el Caribe, mientras que las políticas fiscales y monetarias que han funcionado deben mantenerse para dar apoyo a las economías, dijo el miércoles un funcionario de alto rango del organismo.
Para la mayor parte de la región “la historia allí es que tienen marcos fiscales y monetarios bastante buenos”, dijo Nigel Chalk, director en funciones del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. “Así que se trata más bien de dejar que los marcos funcionen y hagan su trabajo tal y como fueron diseñados”.
Chalk, en declaraciones previas a la publicación de las perspectivas económicas regionales para América Latina y el Caribe, dijo que la atención prestada a la reducción de la deuda y la concentración en la contención de la inflación ha resultado en un gran apoyo para las economías de la región.
“Con la inflación aún por disminuir y la mayoría de las economías aún operando en o cerca de su potencial, la política monetaria debe evitar relajarse prematuramente y debe mantener el curso”, dijo el fondo en el informe regional.
El organismo dijo el mes pasado que el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y la elevada inflación empañaban las perspectivas de las economías de América Latina y el Caribe.
Si bien elevó su previsión de crecimiento para 2022 en la región al 3.5% desde una estimación anterior del 3%, redujo la estimación para 2023 en 0.3 puntos porcentuales hasta el 1.7%.
Según el FMI, “una fuerte caída de los precios de las materias primas y la agitación social son riesgos importantes” para Latinoamérica y el Caribe, donde los enfrentamientos en las calles aparecieron incluso antes de la pandemia.
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Con el fantasma del alza de las tasas de interés en el mundo desarrollado y el previsible desvío de efectivo de los mercados emergentes, el FMI ha apoyado las medidas de reforma que buscan recaudar más efectivo pero de forma progresiva.
“Una reforma fiscal que genere más ingresos y destine más dinero a los sistemas sociales, a apoyar a las familias con menores ingresos, a apoyar a la clase promedio, es sin duda un sistema más progresivo”, dijo Chalk, señalando que el fondo era “muy partidario de los objetivos de la reforma fiscal chilena”.
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