La postal es inolvidable: en primer plano, la escultura colosal de una cabeza yace al pie de una escalinata que conduce a unas puertas abiertas de par en par, igualmente monumentales. Ahí, en el descanso que antecede al acceso al hotel Live Aqua San Miguel de Allende, una estudiantina anima el atardecer cantando “Nel blu dipinto di blu”, de Gipsy Kings; una pareja de novios, también gigantes (representados por elegantes mojigangas) baila y anima a los invitados. Así se vive el ambiente en una boda celebrada en San Miguel de Allende, Guanajuato.
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En palabras de Julieta Hernández, directora regional de Ventas/Resorts para Grupo Posadas, los destinos urbanos despuntan en las preferencias de los viajeros que desean celebrar una boda fuera de casa. “Los destinos urbanos, ciudades coloniales y haciendas están ganando la atención y el interés de las parejas. Los destinos frecuentemente solicitados que no son de playa incluyen San Miguel de Allende, Querétaro, Mérida, Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey”.

Esta tendencia, explica Hernández, responde a que las parejas y sus invitados buscan agregar experiencias en sus viajes, y por ello, combinan la celebración de la boda con un itinerario de actividades que agregue valor a la visita.
En San Miguel de Allende, uno de los destinos turísticos más destacados de México, la creación de un itinerario rico en momentos no reviste mayor problema para los especialistas en bodas radicados en el destino. Flor de María Guzmán, gerente de eventos sociales del Live Aqua San Miguel de Allende, brinda un panorama general de las bodas nacionales e internacionales realizadas en la ciudad. “Las bodas se celebran a lo largo del año, con tendencia a usar más fines de semana, pero con la opción de casarse entre semana encontrando beneficios que ayudan en la determinación del presupuesto”.

Y agrega que el número de invitados en una boda promedio en San Miguel de Allende va de 100 a 150 personas, sin embargo, también es frecuente observar celebraciones con más de 300 invitados. Una tendencia que permanece -agrega- es la celebración de bodas más íntimas. “Es muy probable que las bodas internacionales se hospeden un promedio de tres a cuatro noches, mientras que para los nacionales se convierte en un destino carretero, en el que la estancia puede ser de solo dos noches”.
¿Cuáles son las principales actividades para realizar en el destino en el marco de una boda? La especialista recomienda elegir experiencias que permiten absorber la esencia de San Miguel de Allende, siendo indispensable un tour guiado por la ciudad, con paradas estratégicas que permitan disfrutar del arte y la cultura que viste a sus calles. También sugiere recorrer la ruta del vino, cuyas experiencias incluyen maridajes y caminatas entre viñedos; además de acceder a tratamientos wellness y visitar las aguas termales cercanas. Finalmente, menciona otras experiencias que suelen materializar anhelos viajeros, como paseos en caballo, tours en cuatrimotos o viajes en globos aerostáticos.

El consejo clave, puntualiza Guzmán, es acceder a un profesional realmente especializado en la celebración de bodas en San Miguel de Allende para asegurarse “que la pareja disfrute desde el primer día; que nos permita asesorarles y hacer que el proceso sea cómodo y hasta divertido. Es muy importante que la pareja comparta con su especialista en bodas cada detalle de información que nos permita tener una clara comprensión del proyecto y una comunicación fluida”.