El festival de Sundance se ha caracterizado prácticamente desde sus inicios en la estrecha colaboración que ha mantenido con el cine mexicano y con los miembros de su industria. Entre la delegación mexicana que participa este año en el Festival se encuentra la participación del actor Eugenio Derbez que tiene un papel central en la película Coda de la directora Sian Heder.
La película sigue la historia de Ruby (Emilia Jones) que apoya a sus padres y hermanos, quienes son sordos, para mantener su negocio de pescadería a flote. Cuando entra al coro de su escuela, Ruby descubre un inusual talento que es apoyado por su entusiasta maestro (Derbez) y movido por el interés de Ruby en una de sus compañeras del coro, aunque esa decisión pueda implicar dejar a su familia.
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Haciendo un remake de la popular película francesa La familia Belier (2014), la directora Sian Heder hace un énfasis especial en el uso de lenguaje de señas como medio principal para expresar emociones a las que a veces le son insuficientes las palabras y crea una película en la que destacan la presencia de la joven Emilia Jones y de la ganadora del Óscar Marlee Matlin.
El mexicano Eugenio Derbez se acerca un poco más al registro melodramático de su personaje en La misma luna (2009) que al de su habitual estilo cómico, tratando de mantener el tono que la película le demanda, mucho más sentimental y cálido.
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Sons of Monarchs
Con intenciones muy similares también se presentó Sons of Monarchs, una coproducción mexico-estadunidense dirigida por Alexis Gambis y protagonizada por el actor mexicano Tenoch Huerta, quien ha ganado notoriedad en los últimos años por su papel en la serie de Narcos: México así como su próxima incursión el multiverso de la popular franquicia de Marvel.
En la película, Tenoch interpreta a un joven científico llamado Mendel, en honor al pionero de la genética, que desde pequeño ha mostrado una enorme fascinación por las mariposas monarcas de Michoacán.
Viviendo en Nueva York, Mendel es atormentado por recuerdos de su infancia, en la que vivió en orfandad junto a su hermano Simón (Noé Hernández) mientras trata de desarrollar su proyecto de investigación sobre el mapa genético de la mariposa.
La película ofrece a Tenoch Huerta y a Noé Hernández la oportunidad de salir de los papeles de maleantes y poder explorar otras facetas de la masculinidad mexicana, particularmente la forma en la que emociones adversas se contienen y se ocultan a través del trabajo o del silencio mientras se hace una contundente defensa de garantizar la existencia de una especie amenazada como lo son las mariposas monarcas.
La película empareja hábilmente nociones como la metamorfosis y la identidad híbrida para dar cuenta de fenómenos como la migración y la difusión de la identidad cultural en la que vivimos hoy, demostrando que la biología es una disciplina humana como pocas.
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