El mezcal y el chocolate, dos importantes elementos de la cultura mexicana, se unen para crear una experiencia sin igual. Los sabores, aromas y texturas de ambos, abrazan al paladar para crear un maridaje excepcional.
Para comprobar lo anterior, Mezcal Creyente y Chocolate Rocío nos acercaron a este placer sensorial a través de sus sofisticados productos en una cata guiada para conocer los elementos que hacen de estos productos el ensamble ideal para replicar en casa.
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La ideología que une a estos productos, tanto a la bebida como el cacao —ambos arraigados en nuestras tradiciones— hacen de ellos los compañeros ideales; así lo manifestó María Mercurio, Brand Ambassador de Mezcal Creyente, quien compartió las bondades del mezcal que se abre paso en el mercado como uno de los de mejor calidad del país.
Por su parte, el chef del restaurante Pasillo de Humo, Alam Méndez, fue el encargado de dar a conocer las características del Chocolate Rocío, producto tabasqueño de la Finca El Rocío, cuya particularidad de sabor se diferencia de su cacao criollo.
Involucra a los sentidos
El maridaje entre el mezcal y el chocolate, como otros más, se guía a través una experiencia en los sentidos. En esta ocasión el maridaje estuvo creado en base a las tres etiquetas del Mezcal Creyente —Tobalá, Cuishe y Espadín— junto con tres chocolates con porcentajes del 60%, 70% y 85% de cacao.
Para iniciar la experiencia, el chef recomienda que el primer pedazo de chocolate debe derretirse en la boca. No morderlo o masticarlo como comúnmente estamos acostumbrados, ya que esto solo traerá un limitado sabor del producto. Al derretirse, muestra sus complejos sabores que después se unirán a los del mezcal.
En cuanto al mezcal, el primer acercamiento que tenemos de él es por medio del olfato. Para esto la embajadora de Mezcal Creyente invita a que nos pongamos un poco de la bebida en las manos, y así, poder tener contacto con los aromas verdaderos al evaporarse el alcohol.
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Después, para conocer las notas de cada uno de los mezcales presentados, distinguibles por el tipo de agave proveniente de los Valles Centrales y la Sierra Sur —con distintas características organolépticas debido a su periodo de maduración—, es necesario tomar un primer trago para retenerlo en el paladar y así descubrir dichos matices.
Cada uno de ellos nos evocará a elementos de la tierra con aromas y sabores inconfundibles. Desde cítricos, notas a vainilla, durazno y algunos con toques acaramelados. Maridar mezcal y chocolate es una experiencia fácil, solo basta que estos elementos sean de origen de calidad, como los anteriores mencionados, para que la experiencia tenga mejor impacto.
Mística inspiración
Mezcal Creyente se encuentra llegando a los rincones del mundo compartiendo su mística inspiración. Las tres etiquetas de su Tobalá, Espadín y Cuishe llevan consigo los elementos de la cultura oaxaqueña, lugar que los ve nacer.
Cada una de las botellas está representada por una quimera, una criatura mitológica que tiene la forma de distintos animales; en este caso, su Tobalá tiene la forma de un oso junto con los cuernos de un ciervo y patas de jaguar; su Cuishe es representado por un armadillo con patas de águila, mientras que el Espadín se representa con un jaguar fusionado con un ciervo.
La importancia de esta bebida se ha acrecentado en los últimos años para nuestro país. El mezcal es una noble bebida ancestral que con un maridaje como con el chocolate brindará a tu gusto la expresión más pura de sus notas.
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