La noche depara un revelador tour entre viñedos para observar las estrellas. Ahí, al cobijo del firmamento, y las constelaciones, El Cielo Winery & Resort celebra su noveno aniversario.
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Durante este tiempo el concepto enoturístico no solamente ha logrado consolidarse como una propuesta inobjetable en El Valle de Guadalupe –en Ensenada, Baja California–, también se ha consolidado como la bodega que produce los mejores vinos de la región.
Así lo constatan las diversas preseas que ha obtenido en certámenes internacionales como el Concurso Mundial de Bruselas, el cual le otorgó al Caipirinha 2016 la medalla al vino tinto ‘Revelación Mundial’ en 2019.
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Y en la actualidad, ya cuentan con 26 etiquetas divididos en las líneas: Joven, Astros, Astrónomos, Costelaciones, G&G By Ginasommelier y Estrellas (de alta gama). Con ello abarcan tanto vinos blancos, como rosados, tintos y espumosos, a través de su nuevo lanzamiento Lyra.
“El viñedo y el vino son el centro sobre el cual gira todo lo que hacemos”, comenta en entrevista Gustavo Ortega Joaquín, presidente del Consejo de Administración y director general de El Cielo Winery & Resort.
Desde su visión progresista, el viñedo es la parte principal que les permite generar una buena fruta para hacer grandes vinos. Por ello, este resort de 20 hectáreas de extensión incorpora 10 de ellas para el plantado de vides. Aunque en total, Vinícola El Cielo posee 98 hectáreas plantas con distintas varietales
“El viñedo es la parte principal que nos permite generar una buena fruta para hacer grandes vinos. Además, es un atractivo natural, hermoso y nuestros huéspedes disfrutan mucho ver y caminar a su alrededor”
Gustavo Ortega Joaquín
Así, al resguardo de la noche y atardeceres de ensueño, este desarrollo es la propuesta ideal para que los visitantes realicen recorridos en carreta y conozca más de los secretos que esconde la producción de vinos.
APUESTA POR LA CALIDAD
Más aún, de una bodega que ha obtenido reconocimientos internacionales por ello. “Desde 2017 todas las plantaciones nuevas, que son el 70% de hectáreas que tenemos con viñedo, cuentan con plantas certificadas de viveros de Estados Unidos. Con ello cuidamos que tengamos el tipo de clon adecuado con porta injerto que nos da una extraordinaria calidad de fruta, lo cual se refleja en el vino”, asegura Gustavo Ortega
Asimismo, ha hecho una apuesta importante por incorporar tecnología de vanguardia como equipos de selección francesa, tanques italianos y españoles, un filtro tangencial, que es único en México, o prensa italiana. Todo ello con el propósito de mejorar la calidad de sus vinos.
Pero la consecución del esfuerzo –que los ha llevado a ser la bodega mexicana con más medallas en los últimos cinco años– extiende sus brazos hacia la vitivinicultura y enología. Una parte muy importante –dice quien dirige los esfuerzo de El Cielo– es el cuidado y servicio de los vinos. Por eso nos hemos preocupado de ir formando sommeliers al interior de la empresa.
Para ello llevaron el diplomado en vinos a Valle de Guadalupe y han participado, muy de cerca, con la Academia Mexicana de Sommeliers. “Eso nos va a permitir que tanto las personas que están en los diferentes equipos y áreas de la empresa entiendan mejor el vino, sus orígenes y todo lo que existen en torno al buen cuidado y servicio.
NUEVAS AÑADAS
Antes de cumplir su primera década de vida, la bodega inicia nuevos caminos con el lanzamiento de Lyra, su primer vino espumoso rosé. Este recibe su nombre en honor al apellido de la socia fundadora Dolores López Lira y en alusión a la constelación del mismo nombre.
Se trata de un ensamble de 50% Pinot Noir y 50% Chardonnay, elaborado con método tradicional de segunda fermentación en botella y 36 meses de reposos en sus lías.
“Cada vez estamos haciendo mejores vinos en función de que nuestros viñedos van teniendo más edad”
Gustavo Ortega Joaquín
A decir de la sommelier Georgina Estrada: Lyra tiene un color palo de rosa y presenta aromas de durazno, cereza, manzana, flores blancas frescas y bollería.
El director de El Cielo agrega que estarán presentando, próximamente, nuevas añadas de sus vinos Sirius y Polaris, dos de sus etiquetas estrellas.
“Cada vez estamos haciendo mejores vinos en función de que nuestros viñedos van teniendo más edad. Acabamos de empezar a darle manejo orgánico a nuestros viñedos y esto se va a reflejar en la calidad de la uva.”
Enmarcado por los paisajes oníricos de El Valle de Guadalupe, este concepto de resort y bodega vinícola apunta a continuar conquistando los paladares de los conocedores más exigentes de esta elegante bebida.
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