La fascinación global por el whisky se ha robustecido en los últimos 10 años. A lo largo de este tiempo, el valor del líquido ámbar se multiplicó seis veces por 100, y hoy encabeza el Índice Knight Frank como uno de los activos predilectos en las inversiones de lujo a escala mundial. El ímpetu por el single malt scotch whisky es cardinal en esta avanzada que anima al mercado mexicano. Juan Barbato, embajador de The Macallan en Edrington México, atribuye la escalada a una razón irrefutable. “Con el paso del tiempo, el valor del single malt aumenta más que cualquier otro tipo de whisky, por la complejidad y paciencia tácita en su elaboración”. Y no se equivoca: los espirituosos con esta distinción cubren requisitos estrictos. Entre ellos, producirse exclusivamente con cebada malteada, en destilación continua en alambique, en una sola destilería y el ser envejecidos por años en barricas cuidadosamente seleccionadas. Su riqueza gustativa es capaz de transmitir fielmente la esencia de su terruño (en los altos de Escocia), así como la nobleza de sus ingredientes. Pero -ante todo- son espirituosos que encapsulan historias épicas en cada botella. “El single malt es un bien escaso y representa menos del 5% del mercado de whisky en el mundo. Ésa también es una de las razones por las que son productos altamente apreciados”, ahonda Barbato, quien aplaude el hecho de que en México haya conocedores de esta “agua de vida” convertida en joya.
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Foto. Ralph_Dunning. The Macallan

No obstante, la aspiración de los conocedores y coleccionistas nacionales trasciende al single malt ultra premium que ha descansado en las barricas por tres décadas o más. En contestación a este llamado, la emblemática destilería escocesa fundada en 1824 presentó en México el single malt más antiguo de su historia: The Macallan 72 años en Lalique, un whisky excepcionalmente raro que comenzó su proceso de maduración durante la época de prosperidad surgida tras la Segunda Guerra Mundial. Aquel ambiente de renacimiento y reinvención inspiró el diseño del decantador Genesis en una edición limitada valuada en más de 1,300,000 pesos. De entrada, el precio resulta impactante. “Sin embargo, cuando se compara con otras referencias, es fácil confirmar por qué los single malt dotados de singularidad son considerados una inversión acertada”, precisa el embajador y custodio de la marca. Te puede interesar: The Macallan elige a México para celebrar la pasión por el whisky

PUREZA ENVIDIABLE

Christiano Protti, embajador para Latinoamérica de Glenfiddich, acentúa que el single malt es la versión más pura del whisky. Agrega que proviene de la crianza de barricas únicas y que generalmente es embotellado en su graduación natural. Es decir, sin adicionar agua. “Si bien, la botella juega un papel preponderante, el verdadero valor de este líquido en variedades altas (longevos) radica en la remembranza aromática y gustativa que entraña. Basta evocar la geografía de su producción y la riqueza de sabores que adquiere durante décadas de maduración”, apunta.
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Foto. Archivo Forbes México

Los Single Malt Scotch Whisky, tradicionalmente provienen de cinco regiones: Speyside, Highlands, Lowlands, Islay y Campbeltown, protegidas legalmente y célebres por sus notas de cata; en especial, por su cualidad maltosa y untuosidad a la vista y en boca. Christiano narra que la destilería donde se elabora Glenfiddich fue fundada por William Grant y sus nueve hijos en Dufftown, ciudad que forma parte del Speyside, en los Altos de Escocia, un área geográfica visualmente espectacular y poseedora de pródigas tierras rodeadas de ríos de pureza envidiable. La marca tiene presencia en 183 países y llegó a México hace más de 40 años. “Es uno de nuestros 10 mercados más trascendentes, y continuará siendo prioritario porque vemos que tiene gran potencial para desarrollar la categoría Single Malt Scotch Whisky”, asegura Christiano. De ahí que la presentación de sus variedades de 30 y 40 años se realiza a través de eventos selectivos que, al igual que la presentación de las ediciones exclusivas de The Macallan, están estrechamente vinculados a la alta gastronomía y diseñados para exaltar los orígenes de cada producto. “Cuando los consumidores tienen información, tienden a ser más exigentes. El aumento del consumo es el resultado del conocimiento. Si se entiende el valor, la historia y lo que está detrás del single malt, seguramente la selección irá más allá de un simple impulso”, dice Christiano, tras reconocer que, en el mercado mexicano, la sapiencia en torno al espirituoso es aún incipiente. Opinión que coincide con la de Matthieu Guerpillon, Scotch Diageo Brand Ambassador en México, quien afirma que “Estados Unidos es el mayor consumidor de destilados en el mundo, además de Francia. Y en ese camino se encuentran algunos países de Asia”.  Ello, al precisar que es un hecho que hay una inquietud en tierras aztecas por descubrir más sobre la categoría de whisky que nos ocupa. Por ello, Diageo continuará impulsando los single malt de mayor posicionamiento en el país: The Singleton, Talisker, Cardhu y Mortlach. De esta manera, la más noble y compleja versión del whisky escocés en sus variedades premium y ultra premium se alza ante México y el mundo como un auténtico tesoro que proyecta diversidad de estilos y riqueza gustativa… y que va más allá, al convertirse en una categoría alentada por el goûter de los coleccionistas hacia destilerías fantasma y single malt raros, como afirma Matthieu. Texto originalmente publicado en la edición impresa (junio 2019) de Forbes México. Síguenos en: Twitter Facebook Instagram Suscríbete a nuestro newsletter semanal aquí

 

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