Los destinos mexicanos se mantendrán en las preferencias de los turistas internacionales. “México es el séptimo mercado de viajes más grande del mundo y prevemos que registrará un crecimiento, en términos de valor, de 22% a lo largo de los próximos cinco años”.
Lo anterior debido a que el gasto en bienes de lujo por parte de los turistas también registra un dinamismo importante. Roberts detalló que más de dos tercios del gasto internacional en lujo en México procede de Estados Unidos. Sin embargo, China continuará ganando terreno de manera exponencial.
Experiencias de estatus
A este aspecto, sumó el hecho de que la clase media en México cada vez es más aspiracional y sofisticada. También, a que el número de personas con potencial de compra se mantendrá al alza. “Prevemos que para el 2030 habrá 70% más consumidores con alto poder adquisitivo en el país”. No obstante, Roberts recordó que el lujo como símbolo de estatus está siendo reemplazado por vivencias que van más allá de lo que dinero puede comprar. “El verdadero desafío de las marcas de lujo en la industria de la hospitalidad es brindar a los viajeros extranjeros y nacionales, de manera muy honesta, experiencias sostenibles y memorables”.
Los mismo aplica para otras marcas que históricamente han contribuido al rendimiento del mercado de lujo como las de tecnología, bebidas alcohólicas y firmas de belleza. “Los millenials están muy interesados en las historias detrás de los productos y las emociones que pueden producirles, y que además puedan compartirlas en sus redes sociales “.
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