Ante la llegada de los primeros copos de nieve, Quebec se transforma para ofrecer un paisaje excepcional. El destino canadiense muestra su rostro más blanco con la llegada del invierno, el cual trae consigo la oportunidad de disfrutar experiencias únicas.
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Quebec es prácticamente una oda a las cosas buenas de la vida: comida gourmet, experiencias de compras originales, vistas asombrosas, naturaleza accesible y un extenso cartel de eventos festivos.
Desde los últimos días del mes de noviembre hasta el mes de marzo, la ciudad deslumbra a locales y visitantes. El blanco profundo se adueña del paisaje en el mes de diciembre para regalarnos el espíritu navideño de la época.
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Sin duda es una temporada que fascina. Desde la primer apertura del mercado navideño alemán hasta la celebración del Año Nuevo, Quebec es un destino que nos espera para ofrecernos actividades que solo en él se pueden encontrar.
Está como muestra el Hotel de Hielo, un lugar mágico donde año con año se transforma para encantar a sus huéspedes. Hecho completamente de nieve y hielo, esta maravilla arquitectónica es un deleite para la vista. La creatividad es el eje de esta construcción con sus acabados y espacios, los cuales van desde las habitaciones, la capilla y, por qué no, un Ice Bar.
Listos para la aventura
Días atrás, la delegación turística representada por Bonjour Quebec, celebró en la Ciudad de México un evento donde mostró algunos de los atributos con los que cuenta el destino en su época invernal.
Además de sorprendernos con parte de su gastronomía, bebidas y ambiente recreando el frío invernal desde la pista de hielo de San Jerónimo, los representantes de Quebec anunciaron estar listos para retomar el turismo internacional después de meses complicados por la pandemia.
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Constatamos así, que cada región de Quebec cuenta con encanto propio. Las actividades que se pueden realizar van desde ciclismo, esquí de fondo, raquetas de nieve, pesca, motos de agua, senderismo, running y natación en Saint-Jean-des-Piles, pasando Charlevoix donde disfrutarás del mar y la montaña en un ambiente familiar.
Si la aventura es para ti, no dejes de visitar el Hotel Château Madelinot, donde los visitantes podrán tener contacto con las crías de foca en el vivero de focas arpa más grande del mundo.
Los paisajes fuera de serie podrán disfrutarse desde Eeyou Istchee Baie-James, con la presencia de auroras boreales que bailan en la noche. Aquí podrás dormir en una de las cabañas flotantes de Nibiischii Corporation.
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Estas son solo algunas de las actividades que encontraremos a lo largo de Quebec. Sus regiones reúnen el encanto para enamorar a todos sus visitantes en una época especial como lo es la Navidad.
