En las cercanías del tricentenario Camino Real, declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, se localiza la Hacienda de Encinillas. Es el casco de esta histórica propiedad donde se producen vinos que han puesto en alto el nombre de México y que sitúan a Chihuahua como referente enológico en franco progreso.
Los vinos Encinillas han sido reconocidos en los certámenes más prestigiosos del mundo, como el Concours Mondial de Bruxelles, el Challenge du Vin y el Vinalies.
Pues entre otros factores, los frutos con los que están elaborados crecen en el Valle de las Encinillas que destaca por las cualidades de su
terroir definido por el suelo arcillo-gravoso y las condiciones climáticas favorables que se dan a 1,560 metros de altura.
La Hacienda Encinillas, en Chihuahua.
Además de explicar las cualidades del terruño, Don Eloy Vallina, presidente del Grupo Hacienda Encinillas, detalla las historias detrás de las etiquetas de la casa y los elementos que les han dado reconocimiento internacional. Todo ello, durante una amena charla con Forbes Life.
¿Cómo ha sido el camino de los vinos Encinillas para alcanzar el éxito?
El camino es muy simple. Realmente nació como la idea de unos amigos que se les ocurrió hacer vino. Una historiadora muy importante en la región escribió que en 1968 en la hacienda hubo un grupo de franciscanos. Y entonces pensé, “si hubo franciscanos y ellos confiaban en las bondades de su tierra, pues seguramente produjeron vino” y pues con eso en la mente iniciamos el proyecto. En el 2004 plantamos las primeras vides.
¿Cómo explicaría el ADN de los vinos Encinillas?
Son vinos de Chihuahua que están hechos con toda la tecnología europea. En el 2008 conocí al enólogo francés Michel Rolland que es muy famoso en todo el mundo, lo invité a nuestros viñedos, nos visitó y le gustó mucho la calidad de la tierra. Un año después, le llamé para que dos diera algunas ideas y así lo hizo. En el 2012 hicimos una mezcla especial inspirada en el Château Margaux para Hacienda Encinillas y sacamos medalla de Oro en California.
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¿Cuáles son los best seller de los viñedos Encinillas?
La Casona que fue nuestro primer vino. Megacero es el que más se vende, es más sencillo pero le gusta a la gente a pesar de que no es tan complejo como Hacienda de Encinillas. Anxelin, que nos han dicho que en náhuatl significa niña con alas, también ha tenido mucho éxito. Nosotros le pusimos así a este vino pensando en el Ángel de la Independencia como un ícono importante para México y creo que la etiqueta es bonita.
¿Cuáles son los proyectos a futuro de vinos Encinillas?
Nuestro concepto más importantes es la calidad, así sea el vino más sencillo procuramos que el proceso sea de excelencia. Aunque contamos con una seleccionadora moderna de uvas, queremos comprar otra más avanzada. Es que la selección de los frutos es vital para producir un buen vino. Invertimos en barricas de gran calidad, de roble americano para el Shiraz y de roble francés para los demás caldos; y también en corchos auténticos, porque si bien es más caro que una botella, es la garantía de que un vino madurará de manera óptima y que estará correctamente protegido. Con ello, daremos un paso firme hacia la exportación de vinos a Estados Unidos.
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