Si bien el objetivo principal del Tren Maya es atraer a más turistas al sureste del país, este proyecto prioritario del gobierno federal busca también un impacto positivo en otras áreas.
En entrevista para el Foro Forbes Conecta Economía y Negocios 2020, Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), explicó que el Tren Maya dará tres servicios: movilización de pasajeros locales, pasajeros turísticos y de carga.
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Este último servicio será fundamental para el proyecto, destacó el funcionario.
“El Tren va a venir a arreglar muchas deficiencias, particularmente en el costo de fletes”, resaltó.
Jiménez Pons detalló que en la Península de Yucatán hay un mercado de fletes de hasta 14 mil millones de pesos, ya que productos como alimentos y combustibles se trasladan en camiones y pipas.
Con el Tren, afirmó, se espera que estos costos de transportación se reduzcan significativamente.
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Tras señalar que en 40 años no ha habido una inversión importante en el sureste del país por parte del gobierno federal, el titular de Fonatur presumió que este proyecto representa una inversión integral para el desarrollo con inclusión social.
Para ello, se analiza construir centros de acopio en lugares con producción que no han tenido salida a otras regiones del país con el objetivo de que ahora la puedan tener, comentó.
Un proyecto particular que se ha planteado es el de Cancún Logística, el cual plantea crear un polo o corredor industrial cercano al aeropuerto, con una central de combustibles, una central de abastos, un centro logístico, uno financiero e incluso una nueva pista para la Fórmula 1.
“Todo este tipo de cosas son las que se están poniendo sobre papel; evidentemente, cada proyecto va teniendo oportunidades, nosotros tenemos que terminar todo esto en 3, 4 años máximo, en cambio los proyectos privados tendrán su propio ritmo de acuerdo a sus condiciones de mercado”.
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En otro rubro, el funcionario adelantó que en tramos como Tulum y Puerto Morelos, el Tren Maya tendrá el soporte de energía solar, para lo cual se requerirán granjas solares.
Jiménez Pons previó que el proyecto impulsará 1,000 hectáreas de desarrollo, no sólo con la construcción de nuevos hoteles, sino también con puntos de comercio, talleres y viviendas.
De cara a estas nuevas manchas urbanas y para evitar que haya “invasiones” de alto impacto como en Cancún, Playa del Carmen y Tulum, el responsable del Tren Maya asegura que se cuidará el uso de suelo y prevé que se deje 70% de superficie verde y sólo se urbanice el 30%.
El Tren Maya comenzará a operar en 2023, según la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al respecto, el propio Jiménez Fons reconoce que el tiempo es reducido, pero las empresas contratadas se han comprometido a cumplir en tiempo y forma.
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