A 500 años, atrapada en el tiempo, la Habana vive entre el
mestizaje, la revolución y una modernidad atemporal.
Fotografía: Gerardo Luna
Texto: Gerardo Luna y Yaremi Escobar
Fotografiar La Habana es un reto. Elementos diversos y una estética ruidosa hacen que la posibilidad de detener el caos de una ciudad capital donde confluyen carros con
escapes de otro siglo, caballos, sones por todos lados, desde un Jazz hasta una bachata a la orilla del malecón, sea todo un reto.
El 16 de noviembre de 1519, a la sombra de una ceiba y con la brisa del Mar Caribe, se celebró la primera misa y la primera sesión del Cabildo con el que se fundó la Villa de San Cristóbal de La Habana, actual capital de la isla de Cuba. El adelantado y conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar colonizó este territorio que conjuntó razas e identidades de E
uropa, Asia, África y del Nuevo Continente, y que por su riqueza ha sido blanco de numerosas incursiones.
Te puede interesar: Tras 43 años, Cuba recupera la figura de presidente… y todo sigue igual
Puerto estratégico durante la colonización, fue
cuna de los casinos del dictador Fulgencio Batista y refugio de empresarios del alcohol y el azúcar, que evadieron la prohibición impuesta en Estados Unidos. A ella entraron victoriosos, en 1959, los rebeldes que iniciaron la Revolución Socialista con más vigencia de la segunda mitad del siglo XX.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
En las calles vetustas,
escoltadas por edificios derruidos que con sólo mirarlos cuentan historias, se vuelve evidente el paso del tiempo. Igual sucede con los autos de colección abandonados por muchos que huyeron apenas escucharon la palabra “Revolución”; autos que ahora son mayormente taxis al servicio de turistas.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
La población de La Habana también es muestra de tiempo.
En sus ojos, manos y pensamiento se reflejan la colonización, el mestizaje, la explotación, la revolución, la lucha y el socialismo. Tiene 2.1 millones de habitantes, lo que la convierte en la ciudad más poblada de las Antillas. Su mezcla racial se compone de mulatos, mestizos, negros, indígenas, asiáticos y blancos, una composición de matices y gran riqueza cultural.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.
Foto: Gerardo Luna/Notimex.