Por Alma Solís En este momento la compañía de taxis más grande del mundo no tiene taxis: Uber. De igual forma, la compañía más grande de hospedaje, aspecto que le debe interesar a países como Guatemala y Costa Rica, donde un porcentaje importante de su producto interno bruto (PIB) es turístico, no tiene inmuebles: Airbnb. Por si fuera poco, la compañía más grande de telefonía no tiene infraestructura: Skype, y los grandes almacenes no tiene inventarios: Amazon. El banco más grande, y esto debe tenerlo en su radar el sector financiero de Panamá, no tiene dinero ni sucursales: Paypal. Ese es el mundo que vivimos, un mundo digital, así lo define Ignacio Hernández Medrano, neurólogo ganador del premio de la Innovación de Nasa-Silicon Valley, quien predice el futuro o por lo menos tiene elementos suficientes para saber hacia dónde puede irse moviendo el mundo de la tecnología. Para él, las grandes tendencias que van a cambiar nuestra realidad tal como la conocemos son la genética, la inteligencia artificial y la robótica, el big data y el análisis predictivo, la impresión de cualquier material y las redes sociales. Algunos de estos avances los vemos como si aún estuvieran muy lejos de nuestra vida cotidiana, pero están pasando en este momento y definirán el futuro, según el experto. También puedes leer: La receta para convertir el big data en dinero  “Existen más de 600 producto que ya pueden imprimirse en 3D. Comida es lo que va a revolucionar la gastronomía, la tela revolucionará la moda; las prótesis, lo que es considerado un paso muy importante en la biotecnología, marcarán diferencia, ya que se están haciendo tan perfectas que cuando se le pusieron a un atleta no sabían si dejarlo participar en las competencias porque corría más rápido que un corredor normal”, explica Hernández. Él considera que estamos en un mundo donde a través de la tecnología vamos a empezar a mejorar las capacidades humanas, porque hoy son piernas, pero mañana pueden llegar a ser memorias, ya que esto se está desarrollando; por ejemplo, hoy se trabaja en trasplantes de recuerdo humano. En el caso de la comida, hace algunos años una hamburguesa que era producida en 3D podía tener un valor de varios miles de dólares, hoy ya se encuentra en 25 dólares. El big data, o la capacidad para predecir las cosas, lo vemos casi todos los días, pero un ejemplo de esto es lo que sucedió en el pasado Mundial de Fútbol, Brasil 2014. El equipo de Alemania, que salió campeón de la competencia, utilizó el big data para ser más competitivo. El equipo se asoció con la empresa de software SAP para crear una herramienta de análisis de los partidos (match insights). Con esta herramienta se analizaron miles de videos con las posiciones de los jugadores, estrategias y más. Pero no sólo en los deportes se está implementando, tal como comenta el médico. La policía de Berlín también está utilizando toda esta información para predecir dónde están ocurriendo los crímenes y anticiparse a ellos, poniendo agentes en esas áreas. El amor no se queda atrás, los asiáticos están utilizando cada vez más los servicios de empresas online para encontrar pareja, los datos. En India, 60% de los matrimonios es online, funcionan porque eligen pareja mejor que nosotros. El big data ve más allá de que sean morenas o altas, observa qué pones en Google, a qué hora te levantas, dónde vas y hasta si tienes un lunar en la cara, porque escanéa las fotos de Facebook”, explica el científico. Según cuenta el futurólogo, estos sitios web de parejas han demostrado que funcionan. Los índices de divorcios han bajado. En un futuro nuestros hijos preguntarán ¿cómo se hacía esto antes sin algoritmos para encontrar a la pareja ideal? Sostiene que el análisis predictivo basado en big data tiene la peculiaridad de que puede saber tus gustos mejor que tú mismo, y está esperando que caiga una aplicación, la cual cree será muy pronto, de Google Travel que te diga dónde vas a pasar las vacaciones sin saberlo tú. Ahora busca en Google el nombre de una ciudad y luego te aparecen en tus redes sociales toda la publicidad de ese lugar, pero para Ignacio esto se puede llevar un paso más y anticiparse a ti mismo. Para este científico que tiene en su cuenta de Twitter el lema: quien sigue tendencias entiende el mundo, quien anticipa tendencias las cambia, no existe ninguna duda que todo va a cambiar y que ya estamos fabricando máquinas que nos permiten a su vez fabricar maquinas, siendo esa la clave de la tecnología, ordenadores que nos permiten avanzar más científicamente. Y para ver esto no vamos a tener que esperar mucho más tiempo, porque a la velocidad que está cambiando el mundo, no deberán esperarse 20 años, en 15 años se habrá avanzado. En el análisis de Ignacio se ha demostrado que una persona para que no entienda los avances tecnológicos del mundo en este momento tendría que venir de la revolución industrial del siglo xix. En las realidades latinoamericanos también será rápida la introducción de toda esta tecnología debido a la exponencialidad. “Los centros cognitivos los incorporamos tan rápido a nuestra cultura que en realidad los obviamos y parece que no han llegado, pero en realidad es que estamos pensado en lo que viene en el futuro”. Uno de los ejemplos es la incorporación de Uber, Whatsapp, internet, tecnologías que hemos asimilado tan fácil que no nos damos tiempo para reflexionar cómo han cambiado nuestra vida. También puedes leer: Big data vs. IPC: ¿por qué estimar la inflación si podemos medirla?  Pero muchas de estas tendencias además nos dejan ver que el mundo está dirigiéndose hacia dejar de producir cosas y digitalizarlas. “Estamos muy cerca de tener una demanda de coche automático, impresoras 3D, pero también a poseer menos y alquilar más, como en Netflix, Spotify”, dice el científico. El mismo Ignacio cuenta que leyó hace poco tiempo un artículo que habla que llevamos tres años en descenso en el número de producción de cosas. Otro de los grandes avances con los que estaremos conviviendo es la inteligencia artificial. Pronto veremos una computadora que puede ser tan o más inteligente que el ser humano, pero además con capacidad para aprender como hacen los niños. ¿Pero cómo se enfrenta esto? Según Ignacio, con debate social y ético. Y uno de los principales retos para Centroamérica es estar preparada para ello, porque todas las personas que están pensando en esto están de acuerdo con que la generación actual será clave para el futuro, para que esto se convierta en una utopía o desutopía un mundo gobernable o ingobernable con inteligencia artificial que no seamos capaces de gobernar. Y es precisamente ésta la generación que vivirá en el mundo pre y postexplosión de internet. Va a vivir en el mundo postindustrial y va a ver llegar la inteligencia artificial con un ordenador tan inteligente como un ser humano. Él ve el mundo lleno de oportunidades: big data, inteligencia artificial y la impresión 3D como herramientas tecnológicas para tener menos enfermedades, pobreza y una tendencia a mejorar. “No hay escusas para no cambiar el mundo, porque todo está en internet para mejor la salud y hasta el hambre”.  

 

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