En cuestión de semanas el blanco del Coronavirus dio un giro radical y convirtió a los Millennials en su principal objetivo. Ante esta situación, ¿cuáles son los retos médicos y económicos que enfrenta esta generación?
El Dr. José Omar Barreto Rodríguez, neumólogo con alta especialidad en enfermedades intersticiales del pulmón y jefe de la sección de enfermedades intersticiales del pulmón de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax, en entrevista con +Dinero de Forbes México nos compartió lo que necesitas saber sobre el comportamiento de la infección en jóvenes, las posibles complicaciones y los costos que esto puede generar. Echa un vistazo para que el Coronavirus no te tome desprevenido.
¿Por qué se invirtieron los casos y la población vulnerable ahora son jóvenes?
Desde hace unas semanas hemos sido testigos de cómo la combinación de la variante Delta —que tiene una alta capacidad para evadir el sistema inmunológico y contagiar a un mayor número de personas— y la vulnerabilidad de la población joven que aún no está vacunada han conducido a un aumento exponencial de casos de Covid-19 en este grupo de edad.
“En este momento, entre 70 y 80% de mis pacientes en el sector público y privado tienen entre 20 y 40 años y aunque suelen ser más resistentes que los adultos mayores, sí llegan a complicarse sus casos, sobre todo aquellos pacientes que tienen obesidad”, explica el neumólogo.
La ansiedad de esta generación los lleva a hacer gastos innecesarios durante su tratamiento de COVID-19
En México el acceso a redes sociales es la principal actividad en línea, según la Asociación de Internet, y el segmento Millennial de hecho las usa 12% más debido a la pandemia y el teletrabajo, con 100 millones de usuarios al día, de acuerdo con un estudio de Hootsuite y We Are Social. Esta constante exposición los mantiene al tanto de noticias desalentadoras sobre la pandemia aumentando su sentimiento de incertidumbre y ansiedad al respecto.
Es por ello que al ser diagnosticados suelen reaccionar de manera mucho más ansiosa en comparación con otros grupos de edad, a pesar de presentar formas leves de Covid-19, incluso gastan importantes cantidades de dinero en busca de una cura inmediata, ya sea a través de medicamentos o sustancias que muchas veces carecen de sustento científico y que no les aportan ningún beneficio.
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Conoce al “enemigo”: Covid-19 es más que síntomas respiratorios
Para evitar caer en esos escenarios es vital saber que este virus no solo daña al aparato respiratorio, sino que también es capaz de afectar todo nuestro sistema y, por lo tanto, es normal presentar una amplia gama de síntomas. Entre ellos:
- Datos de enfermedad neuromuscular, como neuropatía que se manifiesta a través de calambres, hormigueo en manos brazos, ardor en espalda, dolor de cabeza, pérdida de gusto y olfato e insomnio
- Trastornos cognitivos, como dificultad para concentrarse y pérdida de la memoria de corto plazo
- Afección del nervio vestibulococlear que puede provocar vértigo y disminución en la audición
- Disautonomía, cuyos síntomas son bradicardia taquicardia, sudoración nocturna excesiva e incluso alteración en la presión arterial
Entonces, ¿qué medicamento debo tomar cuando apenas recibí el diagnóstico de Covid-19?
“A pesar de que llevamos casi dos años conviviendo con el SARS-CoV-2 todavía no contamos con un tratamiento específico y efectivo para la fase viral de la infección. Es muy importante recalcarlo porque muchas personas apenas reciben el diagnóstico, comienzan a tomar medicamentos o sustancias que, más allá de ayudarlos, les genera otros problemas como úlceras gástricas e incluso falla renal o hepática. No se recomienda la automedicación bajo ninguna circunstancia. Los medicamentos que existen están dirigidos a la fase inflamatoria de la enfermedad, misma que ocurre en pacientes con complicaciones, hospitalizados o que requieren oxígeno suplementario”, indica el Dr. José Omar Barreto Rodríguez.
La sugerencia es buscar a un médico que le dé seguimiento a tus signos vitales y oxigenación, se asegure de que se mantienen estables o tome decisiones oportunas en caso contrario.
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¿Cómo identifico una complicación mayor?
Así como ocurre con los pacientes mayores, los pacientes jóvenes que se complican suelen pasar los primeros cinco a siete días con manifestaciones sistémicas (fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, articulaciones, síntomas neurológicos o gastrointestinales) y gradualmente comienza a disminuir su oxigenación.
“De hecho, existe algo que se llama ‘hipoxemia feliz’ o ‘hipoxemia silenciosa’, es decir, la oxigenación de la persona va disminuyendo sin que esta se dé cuenta y sin presentar síntomas. Por eso es tan importante que, si tienes diagnóstico de COVID-19, lleves una bitácora diaria de tus signos vitales, de esa manera podremos evitar complicaciones mayores a tiempo”, señala el médico.
Posteriormente, hay daño al pulmón y suele aparecer el síndrome de insuficiencia respiratoria aguda (SIRA), que solo puede ser tratado en un hospital mediante dispositivos de alto flujo, como ventilación mecánica no invasiva, puntas nasales de alto flujo o ventilación mecánica invasiva, o sea, intubación.
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¿Cuál es el costo de la atención hospitalaria de estas complicaciones?
En general cuando un paciente joven es intubado, debe permanecer hospitalizado de 15 a 20 días. En cuanto a los costos el Dr. Barreto comenta: “En mi experiencia en atención privada el costo es impresionante, algunos hospitales piden un depósito inicial de entre 300 a 500 mil pesos y a esto debemos sumar el costo por las tres semanas de estancia en terapia intensiva o intermedia (áreas donde se atiende a estos pacientes), lo cual eleva el costo hasta 3 a 5 millones de pesos”.
En una institución pública el precio es similar, no obstante, la institución subsidia una gran parte del costo.
“Por otro lado, los pacientes que a pesar de requerir apoyo con oxígeno eligen tratarse en casa —algo muy frecuente por el temor a la hospitalización— también enfrentan gastos importantes, ya que además de medicamentos antiinflamatorios también se ven en la necesidad de comprar los concentradores eléctricos de oxígeno, además de las recargas de tanques. De modo que el costo promedio del tratamiento ambulatorio ronda los 100 mil pesos”, concluye el neumólogo.
El COVID-19 no termina al día 14, ahí comienza la etapa de rehabilitación
Una vez que concluiste el tratamiento de la fase activa del Covid-19 debe comenzarse un periodo nuevo de cuidados: la rehabilitación.
Entre las secuelas más frecuentes encontramos las respiratorias (sensación de falta de aire, tos persistente, sensación de opresión en el pecho), neurológicas (ansiedad, depresión, estrés postraumático, dolor de cabeza persistente, pérdida de gusto, olfato, dificultad para concentrarse, pérdida de la memoria, insomnio) e incluso el frecuente síndrome de fatiga crónica.
Aunque muchas veces estas secuelas son reversibles, pueden llegar a requerir entre seis meses y hasta un año de rehabilitación pulmonar y física lo cual, además de genera gastos elevados, también limita de manera importante la productividad de la persona afectando directamente su economía por todo ese periodo.
Ahora toca a los Millennials atravesar un enorme desafío, pero no hay duda que en momentos de crisis han demostrado una gran capacidad de respuesta. En esta nueva ola, en la que ciertamente la vacuna es un elemento de protección, no se puede bajar la guardia. Es imperativo seguir con los cuidados básicos, como el lavado de manos frecuente, el uso de cubrebocas y conservar la sana distancia que siguen siendo las formas más efectivas y baratas de prevenir el contagio y, con ello, los considerables daños físicos, emocionales y económicos que conlleva.
*Brenda Sandoval es médica cirujana egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México especializada en creación de contenido y traducción médica.
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