¿Qué hacer cuando tu país no puede recibirte porque ha decidido cerrar todas sus fronteras? Es a lo que se enfrentó Sammy, un chileno que sigue varado en México; viajó el 13 de marzo a Nueva York, a la boda de un amigo, y se encontró que ya no podía moverse de Miami por culpa de un virus.

“Me siento como el personaje de Coco, quedándome en México para salvar a mi familia”, cuenta divertido. Porque para este tarotista y psicólogo transpersonal, estar atrapado en este país es una especie de aventura mística.

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Sammy no es un varado cualquiera. En su natal Chile es muy popular por narrar horóscopos en la radio y la TV: “Antes fui periodista, pero eso no me daba para comer; hoy, y gracias al tarot, es que puedo sobrevivir en México y hasta mandarle dinero a mi familia”. 

Cuenta que la pandemia lo dejó varado en Miami, literalmente a su suerte. “Me fui a vivir con una persona y me sentí como en una escena de Walking Dead: quien me hospedó no dejaba de ver noticias alarmantes de la pandemia, ¡a cuatro pantallas! Encontré a otros y rentamos un departamento entre cuatro, pero me estaba resultando una locura: pagaba 70 dólares diarios. Fue lo único que encontramos, todos los hoteles estaban cerrados y nadie quería recibirnos porque tenían miedo de que estuviéramos infectados. Y quedarme varado en el aeropuerto, esperando, estaba descartado”.

Su preocupación principal era el dinero. Le quedaban 1,200 dólares y su vuelo con United de regreso a Chile había sido congelado hasta noviembre, el cual, sólo podrá abordar desde Nueva York. Su embajada lo puso en lista de espera, por si se abría algún vuelo humanitario, pero sus esperanzas eran pocas: Chile está totalmente cerrado.

“Llamé a una amiga en México, que conocí un año antes. Me confirmó que las fronteras mexicanas estaban abiertas, pero que debía apurarme pues podrían cerrar pronto”.

Sammy fue al mostrador de Aeroméxico. Ya sólo le quedaban 400 dólares. El único vuelo disponible salía en media hora y no podía pagarlo en efectivo. “La aerolínea me sacó una tarjeta y me monté al avión. ¡Éramos sólo 4 personas!”. Para cuando llegó a tierra azteca, después de varios baños de gel e infinidad de checadas de temperatura, contaba con 200 dólares; tomó un camión y después de 4 horas, se encontraba en San Miguel de Allende con 100 dólares en la cartera.

Así, y desde el 21 de abril, Sammy encontró un departamento desde el cual trabaja vía remota como tarotista y escribe un libro; su permiso de estancia en el país es de 6 meses. 

“Aquí me han tratado como nunca hubiera imaginado. ¡Qué país tan increíble! Mi familia se sorprende de verme en fotos tan alegre, y saliendo a las calles. Sé que debo regresar a Chile en noviembre, pero sin duda volveré después a México: este lugar ha sido el regalo que me tenía reservado el Covid”.

La Secretaría de Relación Exteriores (SRE) confirma que México ha recibido a muchos extranjeros, sobre todo latinoamericanos, a causa de la pandemia. “Nos han dicho que gracias a que nunca cerramos nuestras fronteras, han podido moverse, encontrar hotel, ir al súper y buscar ayuda”, explicó Martín Borrego, director general de América del Sur de la SRE.

Borrego asegura que las cifras de cuántos extranjeros se han quedado en México son complicadas de calcular, pues esos datos los tiene cada embajada de cada país; pero sabe que se han ayudado a mucha gente. “Solemos compartir cifras entre cónsules y así nos hemos dado cuenta que para muchos colombianos, peruanos, chilenos y hasta argentinos, México ha sido un gran refugio”.

 

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