Por Manuel Grajales Cuando Jael Uribe estaba en la pubertad, su padre la incentivaba a escribir oraciones una y otra vez para mejorar su ortografía. “Un día me cansé de repetir las mismas frases y comencé a escribir las mías”, dice riendo. Después de un tiempo eso dio como resultado más de 10 libretas llenas de pensamientos y reflexiones personales que terminaron siendo sus primeras poesías e historias. Fue así como los versos se convirtieron no sólo en parte de su vida, sino en muchas ocasiones en su “tabla de salvación”. Jael Uribe no repara al asegurar que es el único lenguaje que conoce y no duda al decir: “Por la poesía yo me salvé de muchas cosas con las que crecí. Con tanta ira contenida que, en lugar de usarla para ofender a otros, vaciaba todo lo que sentía por dentro en mi cuaderno. Así terminé liberándome y encontrando un camino de vida.” Más tarde, la poesía volvería a ser su más cercana compañera cuando un problema de cáncer la tuvo durante mucho tiempo en cama y el único desahogo contra los dolores que sufría durante su convalecencia era escribir. En ese momento se reforzó su interés por apoyar el trabajo que realizan las mujeres escritoras en República Dominicana. Puedes leer: Enrique Norten: Una arquitectura sin fórmulas Con una computadora y el acceso a Internet que tenía en esos solitarios meses de enfermedad creó un blog en donde compartía diversos textos: “Lo que sucedió es que encontré mujeres que se identificaban con lo que yo escribía y también decían que habían atravesado por situaciones personales parecidas”. Ese pequeño blog empezó a crecer, y con el tiempo se convirtió en una página de internet en donde distintas mujeres empezaron a escribir. Buscar que alguien más leyera lo que estas poetas hacían, así como otro tipo de situaciones sociales, derivaron en el surgimiento del Festival Grito de Mujer, un movimiento que está por cumplir 10 años de vida, el cual se ha celebrado en más de 70 países y, cada año, durante el mes de marzo, realizan diversas actividades de manera simultánea en diferentes naciones. Grito de Mujer también es una marca a través de la cual se busca promover campañas de no violencia contra las mujeres. Todo ese trabajo que hace en favor de la mujer fue parte del motivo por lo que en meses pasados fue reconocida como Poeta Internacional Laureada durante el National Beat Poetry Festival, el cual se realiza en Connecticut, Estados Unidos. Por lo general, los poetas laureados son reconocidos solamente por un país en específico, pero ella se convirtió en la segunda persona en recibir el lauro internacional, lo cual “para mí fue lo máximo”, asegura Jael, quien continúa una importante labor para impulsar a nuevos talentos de la poesía escrita por mujeres en República Dominicana.

 

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