Le guste a quien le guste, resulta que cada cuatro años que hay Mundial de futbol, millones de personas alrededor del mundo se quedan un mes en stand by. Sin ánimos de ser zapeada, personalmente me impresiona ver la convicción de algunos fanáticos del Tri, que inclusive apuestan que, en esta ocasión, sí llegamos a la final. Por otro lado, y verdaderamente distinto, este fin de semana fue la boda del Príncipe Harry y la ahora Duquesa de Sussex. Sorprendentemente, mucha gente (incluyendo hombres ejecutivos) conocían más del rollo sobre si el papá de la entonces Meghan Markel, iría o no a la Boda, que sobre las propuestas concretas de las campañas por las que somos bombardeados todos los días. Estos dos ejemplos para mí resumen los sentimientos de esperanza y pasión, entre otros, a los cuales queremos ser apelados en México. El sentimiento de esperanza dentro de las campañas, necesita tener una base racional, para ser moral. Ayer fue el segundo debate, en el que, en términos generales, se habló sobre migración y política exterior. Cada uno de nosotros, tendremos una opinión sobre quién lo ganó y lo que más nos resonó. Y mi pregunta aquí es, ¿más allá de propuestas, el sentimiento que te dejó el debate, es el mismo por el que estás dispuesto a “enfermar a tu hija” o “estar atrapado en el tráfico”, entre muchas otras opciones para ver un partido? Es decir, ¿por esa pasión y esa esperanza que te dan 90 minutos de fut? Y aquí está el aprendizaje, para cualquier persona que aspira a ser un líder moral, encabezar un movimiento, o ser un jefe rock star:
  • TODOS los discursos que hagas, ANTES de escribirlos, necesitas tener claro el sentimiento al que vas a apelar. Esto modificará completamente la selección palabras, y tienes mayor posibilidad que el aspecto racional, resuene en quien lo escucha.
  • ANTES de hablar, necesitas escuchar, preguntar, y asegurarte que, entiendes, el tema o la situación, para entonces, desde una empatía genuina, busques mover a la acción a las personas.
  • SIEMPRE articula historias sencillas; nos encantan, y a través de ellas, aprendemos, las recordamos y las replicamos.
¿Piensas que no es cierto? Entra a www.votociego.com, y te darás cuenta si racionalmente, resuenas con el mismo candidato al que emocionalmente prefieres. Conozco a varios sorprendidos que racionalmente concuerdan con algunas propuestas, y emocionalmente se identifican con alguien más. Hoy sabemos que votamos de forma emocional, más que racional. Nuestras emociones, difícilmente sacarán a nuestro país de la difícil situación en la que está, y necesitamos balancear emoción y raciocinio.   Contacto:
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