La industria petrolera privada pidió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que continúe con las subastas 3.2 y 3.3, canceladas ayer por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) por instrucción de la Secretaría de Energía (Sener), encabezada por Rocío Nahle, el pasado 11 de diciembre.

“Esperamos que el gobierno de la República reconsidere su decisión de cancelar las rondas de 3.2 y 3.3”, dijo la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) en un comunicado.

El primer proceso de licitación incluía 37 áreas terrestres en las cuencas de Tampico-Misantla-Veracruz, respectivamente. En caso de éxito geológico, el gobierno estimaba una inversión por campo de 89 millones de dólares.

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La ronda 3.3 consideraba nueve áreas terrestres en la cuenca de Burgos con recursos no convencionales, mejor conocidos como shale. Estos hidrocarburos se extraen con tecnología de fractura hidráulica horizontal, mejor conocida como fracking. La inversión proyectada era de 2,300 mdd.

El exsecretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dijo que en Texas habría fiesta si México cancelaba la ronda de fracking, durante su última comparecencia en el Congreso mexicano.

Con dichas rondas de licitación, el país puede seguir contando con un mecanismo “idóneo” para alcanzar los objetivos de producción que ha planteado López Obrador, agregó la asociación petrolera que preside Alberto de la Fuente.

El presidente de México prometió una producción promedio de 2.4 millones de barriles de crudo diarios hacia 2024, de los cuales 280,000 vendrían de la iniciativa privada.

Pero Nahle ha desconfiado de las rondas, particularmente del tamaño de las áreas entregadas a compañías privadas por la administración de Enrique Peña Nieto y su cerebro energético, Joaquín Coldwell.

“Se dieron áreas contractuales muy grandes, y creemos que hay empresas que tienen hasta 250 kilómetros cuadrados sin la capacidad para recorrer toda el área”, declaró la actual encargada de la política energética durante el décimo aniversario de la CNH.

Amexhi añadió en el documento que las empresas privadas son un complemento de Pemex, nunca un sustituto, y las subastas un instrumento clave para generar certidumbre e impulsar la inversión productiva.

La CNH también pospuso hasta octubre de 2019 siete asociaciones (farm-outs) de privados con la empresa petrolera del Estado.

 

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