Por Luis Duran

Este verano se ha hablado mucho de la gran crisis que la sequía ha provocado en muchas partes del mundo. Muchos países en Europa, todo el oeste americano, la mayoría de los estados del Norte y, particularmente, la ciudad Monterrey han sido azotados por la escasez del agua. El panorama en la Sultana del Norte es devastador. Miles de familias buscando agua sin éxito, donde se ha llegado hasta la violencia por las frustraciones derivadas de la escasez. Esto no es nuevo, ya lo hemos visto en otras partes. En el 2015, la ciudad de Sao Paulo en Brasil se enfrentó a lo que se ha acostumbrado a llamar como el “día cero”. Es decir, el día que una ciudad ya no tendrá agua potable. La ciudad cortó el suministro de agua durante 12 horas al día, lo que obligó a cerrar muchas empresas e industrias. En el 2018 la Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, estuvo a 15 días de llegar al temido “día cero”. En 2008, Barcelona, España, tuvo que importar camiones cisternas llenos de agua potable de Francia. Es un hecho que las sequías se han vuelto más frecuentes, más severas y afectan a más personas en todo el mundo.

Muchos expertos consideran la falta de agua potable en muchas partes del mundo como la peor crisis que el mundo enfrentará en la próxima década. Aún así, es evidente que no se han tomado las medidas necesarias para enfrentar este gran problema. Es imperativo actuar. Para hacerlo de manera efectiva, vale la pena entender cuáles son las principales razones por las cuales estamos enfrentando una crisis mundial del agua. Los expertos coinciden que son 5 principales causas:

Cambio climático: El calentamiento global nos afecta a todos. Es un hecho que estamos cambiando el clima, haciendo que las áreas secas sean más secas y las precipitaciones más variables y extremas. Las nubes se están alejando del ecuador hacia los polos, debido a un fenómeno impulsado por el cambio climático llamado expansión de células de Hadley. Esto priva a las regiones ecuatoriales, como el África subsahariana, Oriente Medio y grandes extensiones en el continente Americano del agua de lluvia que da vida.

La población mundial sigue en aumento acelerado: Es una ecuación simple: a medida que la población aumenta y los ingresos crecen, también lo hace la demanda de agua. Se proyecta que la población mundial, que ahora es de 7 mil 500 millones, sumará 2 mil 300 millones de personas más para 2050. 

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La Infraestructura de agua en el mundo no es la adecuada: El agua no siempre está donde se requiere;  necesita ser transportada, tratada y descargada. En todo el mundo, la infraestructura (plantas de tratamiento, tuberías y sistemas de alcantarillado) se encuentra en mal estado. En Estados Unidos, 23 mil millones de litros de agua tratada se pierden por día solo por tuberías con fugas. La infraestructura necesaria es costosa de instalar y reparar, lo que significa que muchas localidades ignoran los crecientes problemas hasta que ocurre un desastre, como está sucediendo en Monterrey.

La agricultura y el uso industrial del agua se utiliza de más en las geografías equivocadas: La humanidad se enfrenta a un desafío creciente de demasiada agua en algunos lugares y poca agua en otros. El uso típico del agua en el hogar (para lavar, enjuagar y cocinar) representa solo alrededor del 3% del consumo total de agua de la humanidad. La agricultura utiliza la mayor parte, del 80 al 90%, seguida de la producción de energía y la industria. Los expertos advierten que hay una  mala gestión del agua. Las regiones con menos agua deben cambiar su producción agrícola e industrial a cultivos y productos que requieran menos agua. Como lo hizo Israel, que dejó de cultivar algodón hace más de una década. 

El precio del agua es incorrecto: A nivel mundial el agua está seriamente sub-valuada. Su precio no refleja el verdadero costo total del servicio, desde su transporte a través de la infraestructura hasta su tratamiento y eliminación. Esto ha llevado a una mala asignación del agua y a la falta de inversiones en infraestructura y nuevas tecnologías del agua que la utilicen de manera más eficiente. Al final del día, ¿por qué una empresa o un gobierno invertirían en costosas tecnologías de ahorro de agua, cuando el agua es más barata que la tecnología en cuestión? Cuando el precio de recibir agua limpia esté más cerca de su costo real de servicio, se incentivará el uso eficiente del agua. Por otro lado, los segmentos pobres del mundo a menudo terminan pagando precios desproporcionadamente altos por el agua, lo que dificulta el desarrollo.

A pesar de estos 5 grandes retos relacionados con el agua, hay buenas noticias: gobiernos, empresas, universidades y ciudadanos de todo el mundo están despertando a los desafíos del agua y comenzando a tomar medidas. Cada vez se encuentran más soluciones, como la utilización de aguas residuales para producir energía, el uso de la restauración para devolver el agua a topografías secas y el monitoreo más de exacto de cómo se usa el agua y cómo se debe usar a futuro. Por ejemplo, California ya está evaluando cambiar su producción agrícola a productos menos intensivos en el uso del agua. Sin embargo, incluso las mejores soluciones no se implementarán por sí mismas. La voluntad política y la presión pública son recursos fundamentales para garantizar un futuro sostenible para todos. #OpinionCoparmex

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Contacto:

Luis Durán, Presidente del Comité de Difusión de la Coparmex

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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