Existe algo que tienen en común algunos de los recientes tiroteos por motivos raciales y de supremacía blanca que han ocurrido en Estados Unidos y en otras partes del mundo. Se trata de 8chan, leído como infinity chan, un foro digital que apela a la libertad de expresión, pero que se ha convertido en uno de los repositorios de odio más grandes de la web. 8chan fue creado en 2013 como una alternativa a 4chan, foro similar que empezó a tener límites en sus contenidos. La forma en la que ambos funcionan es muy simple y nos recuerda a los inicios de la web. Se trata de una comunidad de tableros apenas organizados por diferentes temáticas. Así, un usuario registrado o de forma anónima puede empezar un hilo de discusión al que se suman otros usuarios que comparten imágenes, videos, archivos y todo lo que pueda ser digitalizable. Al cabo de un tiempo, los tableros pueden ser enormes y convertirse en verdaderos repositorios digitales de un tema. Los límites para la publicación de contenidos son vagos y escasos. Apenas se pide que el contenido se apegue a normas internacionales, pero no existe moderación. Por ello, es posible encontrar discusiones sobre prácticamente lo que sea. Por ejemplo, dentro del foro fue muy popular una acción conocida como swatting, que consistía en llamar al equipo táctico de intervención de Estados Unidos (SWAT) por una falsa alarma y documentar la broma. También fue ahí que se gestó el gamergate, un terrible caso donde desarrolladoras de videojuegos fueron acosadas y amenazadas sólo por el hecho de ser mujeres. También dentro de sus tableros en 2017 se desarrolló la Teoría QAnnon, conocida también como Teoría de la sustitución una teoría de la conspiración que detalla la existencia de un gobierno secreto estadounidense de origen demócrata que tiene por objeto sustituir a todos los estadounidenses por negros, latinos, orientales y demás etnias. La QAnnon se volvió muy popular entre grupos de supremacía blanca que encontraron una forma de justificar su odio hacia diferentes etnias y así canalizar todas sus frustraciones. Infinity Chan fue la red que empezó a desarrollar ampliamente los tableros sobre dichas teorías de conspiración. Por ello, 8chan empezó a ser señalado como uno de los bastiones de la supremacía blanca y los crímenes de odio. El tirador del Walmart de El Paso era visitante asiduo del sitio y publicó su idea de matar a mexicanos. Además, el tirador que mató a 51 personas en una mezquita islámica en Christchurch, Nueva Zelanda publicó un manifiesto donde anunciaba el atentando y exponía sus ideas raciales. El ataque a la sinagoga de Poway, en California tuvo una situación similar. El tirador publicó sus intenciones previamente en el foro a la par de un manifiesto islamófobo. El sitio fue bajado por la empresa que lo alojaba y por el momento sólo está disponible en la Deep web. Además, sus dos creadores, quienes viven en Filipinas, han roto relaciones. Fredrick Brennan, se ha desentendido del sitio y lo ha dejado en manos de Jim Watkins, quien se ha negado a dar declaraciones y se empeña en mantener el sitio a flote. Cabe hacerse la pregunta de si las autoridades ya tienen noticia del sitio y atacantes han publicado previamente sus manifiestos y planes antes de cometerlos, por qué no los han detenido. Pueden existir varias respuestas. Una de ellas es que el sitio está lleno de contenido pernicioso, es decir, bromas, humor negro, sarcasmo y más. Ello, sumado a la posibilidad de que cualquier usuario puede publicar de forma anónima, vuelve muy difícil saber si se trata de una broma, de un verdadero anuncio de un acto terrorista o de una persona burlándose de los supremacistas. Además, las autoridades estadounidenses han negado históricamente la presencia de terrorismo doméstico. El número de tiroteos masivos en Estados Unidos es impresionante. De acuerdo con el Gun Violence Archive, sólo en lo que va de 2019 se han registrado 257 incidentes que han dejado un saldo de 405 niños menores de 11 años muertos o con lesiones y 1884 adolescentes de 12 a 17 años en las mismas condiciones. De nuevo, se abre debate sobre los límites de la libertad de expresión en las plataformas digitales. ¿Cómo legislar sin limitar el derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información? En este caso, el peligro latente de las discusiones en estos foros debería estar cubierto por un trabajo de inteligencia arduo y comprometido, ya que la vida de muchas personas está en juego.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @sincreatividad Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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