Una enseñanza familiar arraigada y el deseo de crear una historia con la que sus hijas se pudieran identificar a lo largo de su adolescencia fueron las motivaciones de Héctor Alvarado Valdivia para debutar como escritor con la novela fantástica, El desembarco.

Mila y Kali son dos hermanas que han sido preparadas para enfrentar los peligros de la naturaleza. Desde su corta edad, las hermanas fueron impulsadas por sus padres para ser independientes y enfrentar sus miedos. Ellas nunca supieron el porqué de estas enseñanzas hasta que extraños de otras tierras desembarcaron en El continente.

“Mi papá un día me dijo que todo lo que necesitas para triunfar en la vida es un balance entre sabiduría y fuerza: tienes que tener suficiente sabiduría para tomar decisiones, pero también fuerza para ejecutarlas”, dice Héctor Alvarado en entrevista para Forbes México.

El escritor sostiene que esta enseñanza que le dio su padre le costó trabajo entenderla, pero le sirvió mucho a lo largo de su vida, por lo que decidió incluirla en la narrativa de su novela. En El desembarco, todos los personajes tienen un balance de sabiduría y otro de fuerza personificados por animales.

El peligro al que se enfrentan las protagonistas, y su pueblo, es a extraños de otras tierras que no tienen balance de sabiduría, por lo que una guerra se avecina de manera inminente.

También lee: 10 libros que toda mamá debe conocer

A pesar de la corta edad de Mila y Kali han sido preparadas para enfrentar los peligros de la naturaleza y hacer sus conexiones de fuerza y sabiduría. Sin embargo, las personalidades contrastantes de cada una les ayudarán a encontrar el balance que necesitan para enfrentar los peligros de la guerra:

“Las dos tienen personalidades muy distintas; una de ellas es mucho más tranquila, estudiosa y organizada; mientras que la otra es más activa, energética y un poco más descuidada”, asegura Alvarado, quien reconoce que estos personajes a su vez están basados en la personalidad de sus propias hijas. 

A pesar de que ellas aún son unas niñas, Alvarado espera que esta historia las acompañe, sobre todo, a lo largo de su adolescencia, pues es en esta etapa es cuando él confiesa haber tenido más problemas para encontrar su propio balance entre fuerza y sabiduría. 

“La adversidad a la que se enfrentan las protagonistas pretende representar un poco la dificultad que tienen los jóvenes cuando dan ese paso a la adolescencia y se tienen que empezar a hacer responsables de sí mismos. Lo único que tienen para definir el tipo de personas en que se van a convertir en el futuro es lo que sus papás les han enseñado, porque el mundo al que se enfrentan es bastante adverso.”

Héctor Alvarado, de actuario a escritor novel

Los padres de Alvarado tenían especial interés por la literatura. A menudo realizaban reuniones en su casa para discutir textos literarios, mientras Héctor y sus hermanos se quedaban en el piso de arriba. En una de estas reuniones, que se llevó a cabo cuando Héctor tenía aproximadamente 12 años, él decidió prender su computadora y comenzar a escribir:

“Escribí tres o cuatro páginas, lo imprimí y se lo dejé a mi papá en la almohada. Cuando mi papá terminó su reunión lo leyó y al siguiente día en la mañana, lejos de felicitarme, él me hizo comentarios. Me dijo ‘esto le pasa a este personaje, pero le pasa muy rápido y no entiendo bien por qué si no me has dado el contexto’”, narró Hector Alvarado. 

Esa fue la primera interacción que Héctor tuvo con el mundo editorial, que se reflejó en los siguientes borradores que escribió de manera esporádica, pues, a diferencia del resto de su familia, él decidió estudiar Actuaría y dejar de lado su lado creativo.

Cuando Héctor se convirtió en padre encontró en los cuentos, que les inventaba cada noche a sus hijas, una manera de hacerles llegar los consejos de vida. Sin embargo, con el paso del tiempo las preguntas y los problemas que sus hijas externaban se volvían cada vez más complejos.  

Por lo que, en 2016, recopiló varios mensajes que él les quería dar a sus hijas y comenzó a redactar una historia que las convirtiera en las protagonistas. Los primeros borradores fueron revisados por su padre, algunos familiares y amigos relacionados con el mundo editorial. 

En 2018, Héctor se sentía cómodo con el resultado de su libro y comenzó a buscar una editorial bajo la cual publicar su escrito. Participó en diversos concursos de casas editoriales como Gandhi y Porrúa; sin embargo, no tuvo éxito y terminó guardando las páginas de su manuscrito. 

Te puede interesar: Perlego quiere ser el Netflix de los libros educativos

“Yo no tenía mucha experiencia ni necesidad de que se publicara mi libro a gran escala, entonces mandé a imprimir 40 copias con un amigo para tenerlas yo y repartir algunas otras por ahí”, explica el autor.

En noviembre del 2021, Alvarado sostuvo conversaciones con la editorial Gato Blanco, pues se enfoca en publicar libros de autores noveles y, como bono extra, ilustra todos sus libros. A pesar de que Héctor nunca había pensado en una edición ilustrada de su novela, admite que estas herramientas contribuyen al mejor entendimiento de su libro. 

El desembarco se desarrolla en un mundo fantástico y tiene muchos detalles que se entienden mejor con imágenes. Además, el ilustrador fue muy flexible para compaginar su labor con la mía y la del editor. Fue una sensación muy padre cuando vi las ilustraciones ya realizadas”. 

El proceso de volver a editar su libro, ahora con Gato Blanco, duró aproximadamente 10 meses. En octubre el libro se publicó on demand en Amazon y desde principios de noviembre también está disponible en librerías físicas como El Sótano, El Desastre y La Moraleja (estas últimas son librerías locales). 

Héctor asegura que planea escribir otras tres secuelas para convertir a El desembarco en una saga de cuatro libros. Al momento, está trabajando en el segundo libro y tiene planes de terminarlo este mismo año. No dejará de escribir historias infantiles.

“Hice un esfuerzo por presentar a las niñas no como superhéroes, sino como personas que han entrenado mucho, porque lo que yo les quiero dejar a mis hijas es que grandes cosas se pueden lograr con la preparación adecuada”, finaliza el autor. 

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

 

Siguientes artículos

viruela del mono
Este es el nuevo nombre que la OMS da a la viruela del mono para evitar estigmatización
Por

La OMS dijo utilizará el término 'mpox' en todos sus documentos, y aunque admitirá el de viruela del mono durante un per...

También te puede interesar