Por Liz Basañez*

A pesar de que yo, personalmente no atiendo niños ni adolescentes en mi consulta privada como psicóloga, siempre me preocupa mucho el cuidado de su salud mental y el “cargarles software” sano y que favorezca y fortalezca su auto estima y auto seguridad para que, como adultos, no tengan que recurrir a psicoterapia para solucionar lo que no se trató en su momento.  Sin embargo, ¿qué debemos hacer cuando nuestros niños viven un evento de violencia?, ¿cómo debemos reaccionar?, ¿cómo restituirlos ante el trauma?

Noviembre es el mes de la ‘No Violencia’, por lo que aquí te comparto algunas recomendaciones cuando existe una experiencia traumática para los niños.

  1. Bríndale afecto, comprensión y compañía, no los desatiendas… no dejes de darles atención, aunque tú mismo estés lidiando con el evento violento. * Especialmente antes de dormir. * Abrázalos con frecuencia, no necesitas una razón o momento específico para hacerlo.
  2. No siempre los niños entenderán lo que le sucedió, por eso es importante ayudarles: * A expresar sus ideas y sentimientos en relación al hecho, sin juzgarlo, * Explícales, en un leguaje apropiado a su edad,  lo que realmente sucedió.
  3. Si hubo un secuestro en la familia o amigos: * Reafírmales frecuentemente que él está a salvo y están juntos.
  4. Habla con ellos sobre el trauma de una forma simple y honesta. * Pregúntales acerca de sus sentimientos, miedos y preocupaciones sobre el evento. * Si ellos no quieren hablar, pregúntales como piensan ellos que otros niños se sienten. * No les hables a los niños sobre tus miedos al futuro. Es importante para ellos que los adultos se muestren seguros. * Acepta los sentimientos de tus niños, sean cuales sean.

NUNCA hagas comentarios des-dramatizadores:

“No fue para tanto”, “Ya no exageres, sé fuerte y sigue adelante”

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  1. Anímalos a que dibujen, escriban o jueguen acerca del evento de violencia.
  2. Cuando hagan juegos referentes al evento de violencia, anímalos a que le den un final feliz al juego o a la historia del dibujo.
  3. Mantén las rutinas familiares.
  4. No le hagas a tus niños promesas que no puedas cumplir.
  5. Tolera durante un tiempo (3 a 4 semanas) los comportamientos regresivos o agresivos.
  6. Es normal que al inicio se mantengan por días o semanas con fragilidad emocional, de evitación a circunstancias o hablar sobre el evento violento.

Pero si notas que:

  • Tiene pesadillas.
  • Le cuesta trabajo dormir o tiene alteraciones en su sueño.
  • Su apetito decrementa o aumenta.
  • Tiene recuerdos involuntarios de lo que pasó.
  • Se asusta fácilmente ante ruidos o cambios repentinos.
  • Tiene ansiedad constante.
  • Está irritable o se enoja con facilidad.
  • Llora por cualquier cosa
  • Ya no interactúa en casa, con amigos o trabajo como normalmente lo hacía.

Necesitas buscar ayuda con algún psicólogo sin dejar pasar tiempo… es muy importante. porque los niños no se percatan de ello y no saben pedir la ayuda.

“Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.”

  – Hermann Hesse

 

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Página weblizbasanez.com

 

*La autora es Psicóloga Cognitivo Conductual.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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