Los principios de Manuel Medina Mora en la última etapa de su vida
El exbanquero expresó que el éxito en la vida se debe medir a través del impacto que se tuvo en la gente con la que se convivió.
Manuel Medina Mora, ex copresidente de Citigroup, reveló este lunes que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo cual le ha llevado a pensar cómo quiere vivir la última etapa de su vida.
“Entendí entonces que mi vida entraba en una nueva etapa: la final, que me podría dar quizá un par de años más de vida. Y aunque la vida nos trae estos giros inesperados que nos cambian la calidad y el tiempo de vida, no nos puede quitar el control de nuestra respuesta, de cómo decidimos vivir ese tiempo que nos queda”, expresó en un artículo de su autoría publicado este lunes en el periódico Reforma.
El exbanquero de 67 años de edad indicó que ha dedicado la mayor parte de los últimos meses a viajar y a gozar con su familia y amigos de muy distintas etapas de su vida.
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Además, afirmó que está contento con lo que logró a lo largo de más de cuatro décadas de vida profesional, la cual comenzó como analista de crédito.
Entre los cargos más altos que tuvo está el de director general del Grupo Financiero Banamex, de 1996 a 2009; CEO de Banca de Consumo Global de Citigroup en 2010 y copresidente de la misma compañía de 2013 hasta su retiro en 2015.
Medina Mora compartió cuatro reflexiones que, menciona, se han vuelto los principios de vida para la última etapa en la que se encuentra debido a la ELA, enfermedad degeneratva neuromuscular, la misma que padece el científico Stephen Hawking.
Ver el mundo como es y no como uno quisiera que fuera es la primera reflexión del exejecutivo, quien la considera la piedra angular sobre la que se construyen los éxitos personales y profesionales.
“Se dice fácil, pero conseguirlo requiere no sólo de una gran disciplina personal, sino sabernos rodear de colaboradores con honestidad y valentía y con diversidad de experiencias, para decirnos cómo son realmente las cosas, cómo va nuestro desempeño en sus distintas dimensiones. Y también crear sistemas de medición y comparación que nos ayuden a entender objetivamente nuestros resultados”, apuntó.
El segundo principio es el reconocimiento de que no podemos predecir el futuro, pero lo podemos construir gracias a la suma de los esfuerzos de todo un equipo llevado con liderazgo.
La tercera reflexión, también vista desde la perspectiva de liderazgo es dirigir y actuar a través de la cultura que forja uno mismo en una organización; en este sentido, Medina Mora señaló que siempre ha creído en una cultura centrada en los clientes como el principio y el fin de cualquier empresa.
Por último, dijo considerar que el éxito en la vida se debe medir a través del impacto que se tuvo en la gente con la que se interactúa, familia, amigos, colegas y clientes.
“Si al tocar esas vidas les aportamos positivamente, las hicimos crecer, las enriquecimos”, mencionó Medina Mora.
