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Pese a la problemática de la deforestación y de cambio de uso de suelo que se presenta en el mundo, México presenta una mejoría en la condición de las masas forestales asociada a las áreas naturales protegidas (ANP), destacó el investigador de la UNAM, José López García. De acuerdo al especialista del Instituto de Geografía (IGg) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el centro de México ha estado recuperando una zona de bosques que ocupa más de 700 mil hectáreas y que incluye los sistemas montañosos de Mariposa Monarca-Valle de Bravo-Nevado de Toluca, sierras de Las Cruces-Ajusco-Chichinautzín, e Iztaccíhuatl-Popocatépetl-Río Frío. Se trata de bosques templados subhúmedos, principalmente de tres especies: oyamel, pino y encino, analizados por expertos de la UNAM para determinar la densidad de árboles por hectárea. Esta agrupación de zonas forestales son las que recargan los acuíferos de los que dependen más de 23 millones de habitantes del Valle de México, Toluca y Cuernavaca. Apuntó que si bien en el mundo se habla de deforestación y cambio de uso de suelo, es necesario resolver la problemática de la tenencia de la tierra debido al reparto agrario posterior al establecimiento de algunas áreas naturales protegidas (ANP). “Es obligatorio cuidarlos porque son fuente de vida; debemos incentivar a la gente que los habita para que no atenten contra ellos (…) debemos aprender a entender los bosques y su importancia, es un paso crítico para salvaguardar los recursos naturales para las futuras generaciones (…) ”, resaltó el investigador. Asimismo hizo énfasis en que es necesario incluir ejidos y comunidades indígenas dentro de las políticas de conservación y hacer que contribuyan a su mejor aprovechamiento. A su vez, a propósito en el Día Internacional de los Bosques, conmemorado hoy 21 de marzo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) publicó el estudio “El estado de los bosques del mundo 2018” (SOFO 2018) en el que señala objetivos y metas de la Agenda 2030, políticas necesarias para fortalecer el medio ambiente, lograr la seguridad alimentaria, reducir la pobreza, y encontrar vías hacia el desarrollo sostenible. El mismo estudio apunta que la recuperación de zonas boscosas contribuye a mantener la biodiversidad, a producir oxígeno, recargar acuíferos y a capturar bióxido de carbono y que los bosques representan una fuente de alimentos, medicinas y combustible para más de mil millones de personas. Especifica que además de ayudar a responder al cambio climático, los bosques suministran aproximadamente el 40% de la energía renovable mundial en forma de dendrocombustible; que equivale a la energía solar, hidroeléctrica y eólica juntas; albergan más del 75% de la biodiversidad terrestre mundial, proporcionan recursos para el desarrollo socioeconómico y son vitales para las zonas rurales, en donde se encuentra la población más pobre del mundo. Y es que, de acuerdo con la información compartida por la organización, la deforestación es la segunda causa más importante del cambio climático después de la quema de combustibles fósiles y representa casi el 20% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero; más que todo el sector del transporte a nivel mundial. “La deforestación, causada principalmente por la conversión de la tierra forestal en zonas de agricultura y ganadería, amenaza no solo a los medios de vida de los silvicultores, las comunidades forestales y los pueblos indígenas, sino también a la variedad de la vida en nuestro planeta”, dice el estudio. Los países que lideran el ranking de esta investigación con el mayor crecimiento de bosques del planeta son España, con 37%; le siguen Grecia e Italia que con 26%, Estados Unidos, Canadá, Australia, e Irlanda que en 1922 tenía 1% y ahora 11% en extensión de terreno forestal, y que además se ha propuesto alcanzar el 18% en 2040. Mientras tanto, países como Brasil o el Congo presentan una intensa reducción en sus masas boscosas. La investigación concluye con que la respuesta mundial al cambio climático debe centrarse más en los bosques porque absorben el equivalente a aproximadamente 2,000 millones de toneladas de CO2 al año.   Con información de Notimex y la Dirección de Comunicación Social de la UNAM.

 

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