Reusche explicó que las políticas relacionadas con el apoyo del gobierno a Pemex crean incertidumbre debido a que no garantizan la viabilidad financiera de la empresa.
“Pemex va a necesitar apoyo recurrente y va a convertirse en un pasivo recurrente., no hay claridad acerca de cómo se va a resolver su situación financiera”.
Para el analista, Pemex no ha podido fondearse en los mercados debido a que los inversionistas no están de acuerdo en invertir en una refinería, pues no representa un negocio rentable, además de que no se ve con buenos ojos que la petrolera se abstenga de generar asociaciones estratégicas con privados para mejorar su desempeño.
“No se han dado medidas suficientemente fuertes para anclar la confianza”, dijo el analista de Moody’s.
Corrupción, tema de largo plazo
Cuestionado sobre el panorama de corrupción en el país, Reusche dijo que Moody’s ya considera esta variable dentro de su calificación.
“México debería tener una mayor calificación, pero la corrupción, la impunidad limitan la calificación y tienen un efecto de deterioro de la fortaleza crediticia”.
Para Moody’s la corrupción es un tema complejo que tomará más de un sexenio en resolverse.
“No hay una medida que por sí sola tenga un impacto significativo, hemos visto un conjunto de medidas, ajustes a varias leyes, regulación a las transferencias a estados y municipios que podrían ser positivas, pero la corrupción es generalizada y necesita un ataque concertado”.
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