Jaime Reusche, analista soberano de Moody’s para México, afirma que la nota soberana A3 ya contempla el estatus de corrupción que hay en el país. “La metodología de Moody’s para asignar calificaciones soberanas sí contempla el impacto de la corrupción sobre la economía. Además, considera un análisis de los factores económicos en todos los países de manera consistente, esto implica la fortaleza institucional, fortaleza fiscal y susceptibilidad a eventos de riesgo”, dijo Jaime Reusche en conferencia de prensa. Por la mañana, el presidente de México criticó la metodología de las agencias calificadoras, pues consideró que utilizan un marco neoliberal y desactualizado. Moody’s revisó este miércoles la perspectiva para la calificación de México, que pasó de estable a negativa; sin embargo la nota se mantiene en nivel A3. Por su parte, Fitch Ratings redujo la nota de BBB+ a BBB con perspectiva estable, a dos grados de una calificación ‘basura’. En respuesta, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo durante su conferencia matutina que las calificadoras de riesgo tenían una metodología aplicada desde hace 30 años pensada para un marco neolibera,  que no contempla los efectos del combate a la corrupción . No obstante, Reusche explica que la revisión de la perspectiva está relacionada con la incertidumbre derivada de las políticas del sector energético (la construcción de la refinería de Dos Bocas y las limitantes para que Pemex se asocie con privados), el débil crecimiento económico y la debilidad institucional.

Reusche explicó que las políticas relacionadas con el apoyo del gobierno a Pemex crean incertidumbre debido a que no garantizan la viabilidad financiera de la empresa.

“Pemex va a necesitar apoyo recurrente y va a convertirse en un pasivo recurrente., no hay claridad acerca de cómo se va a resolver su situación financiera”.

Para el analista, Pemex no ha podido fondearse en los mercados debido a que los inversionistas no están de acuerdo en invertir en una refinería, pues no representa un negocio rentable, además de que no se ve con buenos ojos que la petrolera se abstenga de generar asociaciones estratégicas con privados para mejorar su desempeño.

“No se han dado medidas suficientemente fuertes para anclar la confianza”, dijo el analista de Moody’s.

Corrupción, tema de largo plazo

Cuestionado sobre el panorama de corrupción en el país, Reusche dijo que Moody’s ya considera esta variable dentro de su calificación.

“México debería tener una mayor calificación, pero la corrupción, la impunidad limitan la calificación y tienen un efecto de deterioro de la fortaleza crediticia”.

Para Moody’s la corrupción es un tema complejo que tomará más de un sexenio en resolverse.

“No hay una medida que por sí sola tenga un impacto significativo, hemos visto un conjunto de medidas, ajustes a varias leyes, regulación a las transferencias a estados y municipios que podrían ser positivas, pero la corrupción es generalizada y necesita un ataque concertado”.

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