En la eterna batalla de los sexos la pregunta es ¿quiénes son mejores pagadores y saldan sus deudas más rápido? Irónicamente ellas llevan las de ganar y resulta una ironía porque la balanza del sistema financiero mexicano está desequilibrada y, pese a ello, el mejor comportamiento crediticio lo tienen las mujeres mexicanas.
Datos del INEGI revelan que las mujeres representan solo el 38% de la fuerza laboral y que solo 58% de las trabajadoras que perdieron su empleo en abril pasado ya lo han recuperado, en tanto que la cantidad de hombres que recuperaron su puesto fue de 89.3%. Por otra parte, cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social indican que ellas ganan 86 pesos por cada 100 pesos que gana un hombre. En teoría, el género masculino tendría más herramientas para hacer frente a sus financiamientos vigentes.
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Hace tres años, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señalaba que de cada 100 mujeres que solicitan un préstamo financiero o solidario, 99% lo paga íntegramente y datos como estos no pasan desapercibidos.
El impulso al rol de las mujeres en el sector financiero hizo acto de presencia en el marco de la 84 Convención Bancaria donde Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, recordó la reciente firma de la carta compromiso con la Asociación de Bancos de México (ABM) como mecanismo voluntario para reducir la brecha de género en el sistema financiero mexicano.
“Con ello se busca incrementar el liderazgo femenino en las instituciones de crédito y fomentar la atención a sus necesidades financieras mediante productos y servicios específicos. Hemos avanzado bastante, pero aún tenemos que seguir colaborando con el sector para incrementar esos productos. Este acuerdo volverá innecesaria la espera de que se aprueben iniciativas de cambios legales que establezcan pisos obligatorios en la composición de comités y consejos. Adicionalmente, se establecerá un cálculo de menores reservas para créditos nuevos a mujeres con el fin de expandir el acceso al financiamiento en este segmento de la población con lo cual se reconoce formalmente en las metodologías que ellas caen en morosidad en menor proporción que los hombres y que también regresan más rápido a ponerse al corriente con sus créditos”, explicó.
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