Si México sienta las bases para aprovechar más la oportunidad del nearshoring, la inversión extranjera directa podría alcanzaría flujos de entre 55,000 y 60,000 millones de dólares anuales en los siguientes 3 a 5 años, brindando la oportunidad a que las exportaciones no petroleras se dupliquen en 8 años, consideró Banco Base.

De acuerdo con la institución financiera, la relocalización de empresas hacia México generaría un cambio estructural en la economía similar al que se observó con la entrada en vigor el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).

Sin embargo, el banco dijo que el nearshoring es una oportunidad de oro que no se está aprovechando al máximo, ya que se estima que México está recibiendo apenas entre el 10% y 20% de los flujos de inversión extranjera a causa de este fenómeno.

“El nearshoring debería verse reflejado en mayores flujos de inversión extranjera directa en México. Destaca que la inversión extranjera directa que llegó a México creció 14.77% en 2022, pero al quitar los flujos extraordinarios de la reestructura de Aeroméxico y la fusión de Televisa y Univisión resulta en una caída de 7.01% en 2022”.

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Además, esos flujos de inversión están muy focalizados hacia algunas entidades federativas y subsectores de manufactura, por lo que no está “llegando en oleadas a México y tampoco de manera indistinta a todos los estados”.

Banco Base destacó que la relocalización que este fenómeno ha incrementado el optimismo, reflejado en la encuesta que realiza el Banco de México a especialistas del sector privado, específicamente en la pregunta “momento adecuado para invertir” que se encuentra en su mejor nivel desde 2015.

“Este optimismo puede llevar a que las empresas locales inviertan para prepararse ante la llegada de nuevas inversiones extranjeras. Por otro lado, al llegar empresas, el sector servicios se impulsa primero, después el sector construcción y finalmente la manufactura, con el desarrollo de proveedores”, explicó.

También, destacó que la relocalización de empresas al país propicia un efecto dominó de mayor producción por crecimiento de proveedores que a su vez comprarán más a sus propios proveedores.

“Si se aprovecha mejor la oportunidad del nearshoring el PIB de México podría crecer alrededor de 4% anual, habría mayor creación de empleo formal, la tasa de informalidad bajaría de 50% por primera vez en la historia de México y el consumo de las familias dependería menos de las remesas que sus familiares les envían del exterior, así como de las transferencias que realiza el gobierno”, agregó.

Por lo que la institución financiera indicó que para que el país aproveche mejor la oportunidad, se tiene que trabajar en temas de gobernanza, es decir, estado de derecho, mayor seguridad pública y políticas económicas internas que propicien un buen ambiente de negocios.

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“Así como paquetes orientados a recibimiento de nearshoring, que contemplen estímulos, así como orientación en los trámites y en el funcionamiento de México; impulsar promoción de México en el exterior como destino atractivo de inversión fija”, añadió.

Además, dijo, debe haber fortalecimiento de la infraestructura y de las cadenas de suministro, ya que se necesitan carreteras y puertos seguros, así como vías de comunicación que faciliten el transporte. También se debe asegurar que habrá suficiente energía eléctrica y agua para las empresas que opten por llegar a México.

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