La tasa de cartera vencida de créditos hipotecarios a causa de los impactos de la crisis por la pandemia podrían alcanzar niveles de hasta 6% al cierre de 2020, pronosticaron especialistas de BBVA.

Si bien la cartera hipotecaria mantuvo su crecimiento durante el primer trimestre del año, la morosidad tuvo niveles estables hasta junio pasado de cerca del 3%.

“En un escenario de contracción que tenemos de 9-12% en el escenario macro, podemos llegar a ver carteras vencidas hipotecarias del orden del 5-6%, mucho mayor a lo que se observaba antes, pero la banca tiene de lejos los niveles de provisiones necesarias para hacer frente a este tipo de cartera vencida, además la hipotecaria tiene menor severidad de pérdida porque tiene detrás una garantía”, indicó Carlos Serrano, economista en Jefe de BBVA.

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Ello a pesar del anuncio realizado el martes por la Secretaría de Hacienda en que se buscará dar facilidades regulatorias a los bancos para reestructurar créditos de sus clientes con disminución de pagos y extensión de plazos.

Durante la presentación del estudio Situación Inmobiliaria para el segundo semestre de 2020, explicó que las reservas que ha tomado la banca, ante la previsión de este escenario donde la caída del empleo dificultará que los clientes cumplan con sus obligaciones, permitirán librar esta caída en los pagos sin perder solvencia y capacidad de préstamo, así como sin comprometer los recursos de los ahorradores.

“Aunque ya la cartera vencida había empezado a incrementarse antes de la crisis porque había habido un menor ritmo de creación de empleos, la cartera vencida no ha aumentado por las medidas que ha ofrecido la banca y las facilidades regulatorias de poder dar una tregua en los pagos. Ahora que están concluyendo estas medidas, sin duda vamos a ver un aumento en la cartera vencida pero que no va a resultar en afectaciones a los niveles de solvencia y liquidez del sistema bancario mexicano”, agregó.

Durante la exposición, previó que la recuperación en el sector construcción a niveles de 2018, antes de que comenzara la caída, se podría dar hacia el primer semestre de 2021, impulsada por la mayor demanda de espacios industriales, mientras que sectores como la construcción de oficinas se mantendrá deprimido por más tiempo.

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En cuanto a la edificación residencial, resaltó que si bien se ha frenado con motivo de la pandemia, el precio de las viviendas solo ha desacelerado su crecimiento pero no se ha depreciado pues en la actualidad, no hay sobreoferta de vivienda.

En ese sentido, Fernando Balbuena, economista senior de BBVA, resaltó que en cuanto a la originación de créditos hipotecarios se prevé un descenso de 25 a 30% este año en relación con 2019, mientras que para 2021 se estima que pueda recuperase a una caída menor a 10%, sin alcanzar terreno positivo.

 

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