Mientras que las industrias restaurantera, de entretenimiento y de aviación han parado por una caída en sus ventas por la contingencia del coronavirus Covid-19, la agroindustria continúa su curso a un ritmo constante e incluso acelerado debido a una mayor demanda de producto en Estados Unidos y hasta en los Emiratos Árabes. La agroindustria —la producción agrícola, pesquera y pecuaria—, fue considerada este martes por el Consejo de Salubridad General como actividad esencial en la economía por lo que seguirá operando hasta el 30 de abril con las restricciones de salud necesarias. “Los trabajadores del campo son un universo de alrededor de 7 millones jornaleros y trabajadores agrícolas, cerca de 1 millón de personas laboran en el eslabón de la cadena de la agroindustria y los otros 6 millones son trabajadores agrícolas de actividad agropecuaria, pesquera y pecuaria”, señala Luis Fernando Haro, director del Consejo Nacional Agropecuario. El directivo señaló que hasta el momento el gobierno solo ha anunciado el apoyo a Pequeñas y Medianas Empresas, pero no ha hablado de un apoyo específico para las empresas del sector agropecuario. “La idea es que sigan operando y tengan sus salarios, y en dado momento que un trabajador pudiera estar con un problema de enfermedad se entiende que tienen la garantía de los servicios de salud”, agregó.

Hortalizas, la estrella de las exportaciones 

La producción hortofrutícola –verduras y vegetales – es una de las más valiosas en el campo mexicano que exporta en su mayoría productos  como el jitomate, aguacate y berries a Estados Unidos, país que tiene en estos momentos una política agresiva para garantizar el abasto de alimentos. “La semana pasada hicimos una encuesta entre nuestros agremiados y las operaciones fueron normales durante la semana pasada, no teníamos ausentismo, afortunadamente, vamos bien por el lado de la demanda. Estamos vendiendo bien, no nos ha bajado, ha habido días en que los precios son muy buenos. Por el lado de la oferta tampoco ha bajado en producción, estamos bien también”, señala Alfredo Díaz Belmontes, director general de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (Amhpac). La Amhpac, que integra a 260 productores de 24 estados de la República Mexicana con más de 10,000 empleos alrededor del país, exporta cerca de 1,300 millones de toneladas de hortalizas de las cuales cerca del 65% corresponden a jitomate. El valor de estas exportaciones representan  poco más de 1,350 millones de dólares (mdd) en divisas para el país. Hasta el momento todos los empleados siguen recibiendo el mismo sueldo; en el caso de las funciones administrativas, la mayoría de las empresas afiliadas están realizando trabajando desde casa. “Si vienen situaciones más críticas como una fase 3 o 4, tal vez  se podría entorpecer la parte logística y el flujo de las exportaciones, no sabemos hasta que grado, lo que hemos platicado con las autoridades es que todos estamos conscientes de que tenemos que continuar porque se podrá dejar de comprar teléfonos, lentes, etc., pero nunca alimentos, la demanda siempre va a estar ahí, el sector hortofruticola tiene que seguir produciendo y en el caso de nuestra industria tenemos que seguir exportando”, agregó Díaz. Por su parte, la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (Apeam) –ubicada en Michoacán— ha exportado 741,822 toneladas a Estados Unidos, de la semana 27 a la semana 13, el promedio es de 20,000 toneladas por semana. Las temporadas de producción de aguacate van de julio de un año a junio del siguiente, señaló la Apeam a Forbes México. “Todos los integrantes de la cadena de producción del aguacate de Michoacán están comprometidos a garantizar el desarrollo habitual de las jornadas laborales de acuerdo a los requerimientos de la temporada, así como el traslado de los trabajadores dentro de las regiones o zonas de producción, o entre estas zonas, y el regreso a sus lugares de origen, toda vez que el gobierno del estado permite el libre tránsito dentro del territorio”, señaló el organismo. En el caso de los hortofrutícolas la variación del tipo de cambio les ha beneficiado, ya que se necesitan menos dólares para comprar productos mexicanos, pero al mismo tiempo, el mercado de exportación se vuelve más atractivo y puede generar cierto efecto inflacionario entre el mercado doméstico y de exportación. “Por otra parte, el canal tradicional tiene fuerte demanda de productos agrícolas debido a algunas compras de pánico, lo que generará una mayor presión sobre la cadena de suministro. El desabasto en las cadenas de suministro generaría un incremento acelerado de los precios pagados al productor y a lo largo de la cadena o bien, el efecto cambiario y mayor demanda externa podría crear un efecto inflacionario ”, señala el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Sector pecuario crece exportaciones

Por su parte, el sector pecuario también ha resultado ser uno de los ganadores del campo mexicano ya que las exportaciones de carne de México hacia los Estados Unidos tuvieron un incremento del 5.6% en términos de valor al 21 de marzo de 2020 comparadas con las exportaciones del mismo periodo de 2019. “Dado que las exportaciones a China tuvieron afectaciones en el mercado por la Pandemia, Australia ha retomado fuerza en el mercado de los Estados Unidos, creciendo sus exportaciones en 20.7%, mientras que Canadá ha disminuido sus exportaciones al país norteamericano en 12.1%”, señala Rogelio Pérez, director de Mexican Beef en entrevista telefónica. México es el séptimo productor de carne con 2 millones de toneladas por año y se ubica como el noveno exportador enviando el 14% de la producción total del cuál el 85.56% se destina a los Estados Unidos.El resto de la producción es para consumo nacional ya que México continúa siendo el principal mercado. En Estados Unidos se presentaron compras de pánico, lo que provocó el aumento de precios, pero regresará a la normalidad, señaló Juan Ley Zevada, presidente de Mexican Beef. “Yo veo un futuro estable en términos de abasto, en términos de precio el mercado lo indicara como se vio en Estados Unidos, es que se incrementan los precios porque hay demanda y regresan porque la gente deja de demandar producto”, agregó Ley. En Estados Unidos no se ha detenido la producción, la logística o exportaciones, la aduana sigue trabajando con las medidas sanitarias de sanidad. “Aquí lo que tenemos que trabajar con el Gobierno federal es que el tema del flujo de ganado no se vaya a ver afectado por restricción de movilización”, concluyó el presidente de el organismo que asegura que existen cerca de 4 millones de empleos en la industria. Lee: El coronavirus detiene exportaciones de carne de res mexicana a China Por otro lado, China, que avanza en el control de la pandemia, comenzó a marcar a México previendo reanudar la importación de carne por lo que la industria está  solicitando ayuda al gobierno para liberar permisos que les autoricen las plantas para comenzar a exportar. “El sector pecuario es uno de los sectores que podría verse afectado por las condiciones de tipo de cambio en las materias primas que consume. Como ya se mencionó en el apartado de granos, el impacto del tipo de cambio ha encarecido el valor de los granos pagados al productor y por otro lado, el valor del ganado bovino presenta una caída que va desde el 11% hasta el 16% a tasa anual”, señala el documento de GCMA.

El garbanzo gana demanda en los Emiratos Árabes

Por su parte, la empresa Jova Graneros –que exporta 45,000 toneladas de garbanzo a al año en más de 40 países— se ha visto beneficiada por el tipo de cambio y por un incremento en la demanda de este granos de Emiratos Árabes, Turquía, Argelia y España. Sin embargo, ha tenido que reducir su operación hasta un 40% debido a la contingencia. “La demanda se ha incrementado porque en los puertos donde teníamos mercancía estancada han estado empezando a moverla porque están surtiendo al interior de esos países o a los países vecinos. Las familias, los mercados, las tiendas de la esquina, las cadenas de supermercados, los mercados de abasto, se están resurtiendo; al ser un producto no perecedero se están empezando a mover”, señaló Joel Valenzuela, director de la compañía ubicada en Sinaloa. El directivo dijo que debido al pánico entre sus empleados tuvo que quitar el segundo turno en la planta, que corre de la 19 a las 23 horas, durante el mes de abril conservando el sueldo de sus trabajadores. Mientras que en la parte administrativa, el horario de oficina se redujo tres horas, de las 08 a las 13 horas, ya que son actividades que no se pueden realizar desde casa como los departamentos de cobranza, tesorería, de operación, de producción, de exportación y de comercio exterior. “La devaluación del peso respecto al dólar nos ha ayudado mucho, porque todo lo que exportamos cotiza en dólares. Entonces existe una demanda internacional superior por las compras de pánico en donde compran más garbanzo, más frijol, más arroces, más lentejas, todo lo que vienen siendo granos básicos. Pero, voy a estar sacando menos contenedores al día, en vez de 14 serán siete, porque no tengo la mano de obra”, señala Valenzuela, quien dice que exporta cerca de 5,000 toneladas por mes. En el caso del maíz blanco, México es el mayor productor del mundo del cual se espera una producción de 23.1 millones de toneladas para el 2020 de las cuales, 19.9 son para consumo humano e industrial. “El excedente de maíz blanco más la producción de maíz amarillo de 3.5 millones de toneladas será consumido por el sector pecuario que importará 17.9 millones de toneladas para complementar su consumo anual. El abasto de los granos para el sector pecuario también está garantizado; hace unos días el U.S Grain Council de EE. UU. se pronunció al respecto señalando que operan de manera normal para garantizar el abasto”, señaló el documento de GCMA.

Foto: Angélica Escobar / Forbes México.

El azúcar, sin problemas

Por su parte, jornaleros de la Unión Cañera Independiente en San José de Abajo, Veracruz, dijo que la gente de campo casi no sale a la ciudad, por lo que no hay mucho problema de contagio de coronavirus. Mientras que en la producción no afecta porque la cosecha es en diciembre y en estos meses la caña se entrega al ingenio para su proceso, que termina entre abril y mayo. “Aquí la gente de campo casi no sale mucho a la ciudad, no más va al pueblo, compra sus tomates, su mercancía y de regreso a casa”, explicó Jesús Espinoza, presidente de la Unión Cañera Independiente en San José de Abajo, Veracruz. Los azucareros están ahorita en fase de preparación de tierra para la siembra, que esté lista en mayo cuando comienza la época de lluvias “En el campo, a los trabajadores no nos afecta en nada, pero porque todos andamos en lo mismo. Ellos no quieren detenerse porque el problema va a ser si nos paramos en nuestra casa, ¿qué vamos a comer?. Ellos quieren seguir trabajando porque van al día. Mientras se pueda podemos seguir dando trabajo”, comentó Eduardo Becerra, productor de caña de esa misma zona. Con información de Luis Fernando Lozano

 

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