Las fugas y derrames de hidrocarburos por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentaron 16% durante 2019, el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La compañía que dirige Octavio Romero Oropeza reportó que se registraron 1,092 accidentes desde los 912 reportados en 2018, el último año de gobierno del priista Enrique Peña Nieto, de acuerdo con el reporte de sustentabilidad más reciente de la empresa estatal.
El volumen derramado ascendió a 1,717 barriles de líquidos fósiles, equivalente a 272,800 barriles, aproximadamente. Las fugas de gas ascendieron a 32 millones de pies cúbicos.
De los 1,092 accidentes reportados señalados, 71% está relacionado con derrames de hidrocarburos, el 29% se relaciona con fugas de gas a la atmósfera y el 4% con una posible afectación al agua.
La subsidiaria Pemex Exploración y Producción concentra 77% de los derrames y fugas, Pemex Logística acumula 18.3% y Pemex Transformación Industrial (TRI) registró 3.7%.
“La amplia diferencia presentada entre 2018 y 2019 con respecto a 2017 y años anteriores, se debe a que para los dos últimos años se incluyeron todos los eventos reportados con fuga y derrame y no únicamente los asociados a una pérdida de integridad”, justificó la compañía en el documento.
El pasado viernes, la petrolera enfrentó un incendio por la fuga de gas en un ducto submarino en el complejo petrolero Ku-Maloob-Zaap, el cual aporta más del 35% —621,000 barriles diarios— de la producción total de petróleo.
La compañía aseguró que no hubo muertos ni heridos durante el incendio.
Ángel Carrizales, titular del regulador ambiental de hidrocarburos, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), se limitó a informar que no hubo derrames y la situación estaba controlada por Pemex.
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Este incidente y los videos que documentaron el incendio provocaron múltiples críticas, incluso internacionales, desde organizaciones como Greenpeace, hasta activistas como Greta Thunberg y políticos como Bernie Sanders ante las imágenes que usuarios de redes sociales compararon con escenas cinematográficas de ciencia ficción.
El gigante energético reconoció en el documento que los derrames de hidrocarburos al ambiente prueden provocar daños a la salud de la población local, flora y fauna nativas y en el capital natural circundante, así como requerir grandes inversione para la remediación de los sitios que hayan sido contaminados.
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