Más local, más austero, sustentable, más tecnológico y en grupos más pequeños. Así será el turismo del futuro. Y no nos referimos al futuro como la segunda mitad del siglo o la era de los autos voladores.

Hablamos de una vez que termine la contingencia sanitaria por el Covid-19, es decir, cuando el riesgo por la infección sea menor y la gente pueda salir a la calle con las precauciones suficientes para prevenir contagios sin necesidad de protección excesiva. Esa ‘normalidad’ que se anhela.

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Para ese momento, el turismo tendrá que llegar con una propuesta diferente, tanto por el impacto de la crisis económica derivada de la enfermedad como por las condiciones económicas de los potenciales turistas.

La previsión inicial es que los turistas no dispongan de inmediato de gran cantidad de recursos, aunado a una disminución en la disponibilidad de viajes internacionales y al temor que prevalecerá, por lo menos un poco más allá del inicio de la recuperación, de contagiarse del virus.

En ese escenario, representantes del sector consideran que las condiciones apuntarán a la reactivación en un primer momento del turismo local, seguido de algo más regional y hasta nacional.

Para ello, las primeras acciones apuntan a promover el llamado turismo rural en pequeñas localidades aledañas a las grandes urbes.

“La demanda querrá un nuevo modelo económico para que te dé su confianza para poder viajar. Vamos a tener que desarrollar rutas turísticas no tradicionales junto con los operadores y las agencias de viajes receptivas, sino cómo hago recorridos de corto radio que me permitan ir a muchos más municipios para que un peso quede en un municipio, un peso en una comunidad”, consideró Fernando Olivera, secretario de Turismo de Tamaulipas.

En su intervención durante la conferencia “La fuerza del turismo”, organizada por Incubatour, el funcionario resaltó que en su entidad ya se alistan opciones de recorridos con alternativas sustentables y prácticas tradicionales.

Además, destacó que la contingencia orilló a las empresas turísticas adoptar nuevas tecnologías para la promoción y sobre todo la venta y reservación de paquetes.

En el mismo sentido se pronunció Julio César Rascón, presidente de la Asociación Nacional de Touroperadores de México (Antomex), pues destacó que los primeros lugares confiables serán las pequeñas comunidades, a la par que los viajes con grupos reducidos de amigos y familiares darán la seguridad a los turistas para recorrer nuevos espacios.

“Esperamos que a partir de octubre, en el otoño, sí empecemos a hacer viajes locales, en la ciudad y los alrededores. Gradualmente empezaremos con tours regionales y nacionales. El mercado internacional se va a recuperar a partir del próximo verano”, consideró.

Para la Organización Mundial de Turismo, la variable rural se refiere a un tupo de actividad en la que la experiencia del visitante se relaciona con actividades y productos ligados a la naturaleza, la agricultura, el estilo de vida y la cultura rural, la pesca tradicional o la contemplación.

Viajes terrestres y con la familia, primer paso

Si bien la proyección es que el mundo recupere los niveles de conectividad y transporte antes de esta crisis, eso no será inmediato. La IATA alertó hace unas semanas que buena parte de las aerolíneas del mundo corren el riesgo de quebrar, a la par que otras suspenderán múltiples rutas mientras regresa la rentabilidad.

Por ello, los involucrados directamente en el turismo consideran que las primeras opciones para moverse de ciudad se darán a través de las líneas terrestres: autobuses, camionetas y carros particulares podrán aprovecharse para lanzarse a la conquista de las carreteras del país.

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A estos factores se sumarán las precauciones para reducir el riesgo de contagio de Covid-19, por lo que se apostará por viajes más reducidos en tiempo y capacidad.

“El visitante de entrada va a cuidar la concentración de turistas, va a haber un miedo pos-Covid de una posible segunda o tercera oleada de contagio; la conectividad, como les decía, más rápido la terrestre que la aérea, pero vamos a vivir un modelo turístico de austeridad.

“Lo están empezando a decir algunos expertos en el mundo: la reconfiguración de aviones, la reconfiguración de autobuses, en una primera etapa poscrisis, menos gente concentrada en un solo lugar por mucho tiempo, la reconversión de los espacios de playa, de todas las capacidades instaladas de los lugares, incluso cines y restaurantes”, anticipó Olivera.

Por ello, Rascón urgió a desarrollar campañas de promoción para los destinos típicos pero también para estas nuevas rutas que inviten a los ciudadanos a que una vez superada esta crisis, viajen con este nuevo modelo.

“Estamos preparando paquetes por si ya en julio o agosto regresamos, se utiliza ir a las playas, en otros estados el clima es bondadoso, ahí a lo mejor se podrían manejar esos paquetes cercanos. Vamos a llevar grupos pequeños de familias, amistades, compadres, si yo invito a un grupo cercano, sé que no tuvieron problemas de salud”, comentó.

 

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