Frente al panorama de desempleo que ha dejado la pandemia del coronavirus, expertos hacen una evaluación de lo que significará el futuro laboral en México detallando que a pesar del negro panorama, esta crisis sanitaria se debe aprovechar con inéditas estrategias en materia de logística, organización y formas de comerciar, a fin de recuperar las miles de plazas perdidas por el confinamiento.

Y es que tan solo, la economía mexicana ha perdido poco más de un millón 181,000 empleos formales por el paso de la epidemia sanitaria. Esto, luego de darse a conocer al segundo semestre del año la desaparición de 83,311 puestos de trabajo, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

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La disminución del sexto mes del año se suma a las caídas de 344,526 posiciones laborales en mayo; 555,247 en abril y 198,033 entre el 13 y el 31 de marzo, para un total de un 181,117 empleos perdidos, según lo reportado por el organismo de salud, y que representa el principal indicador de empleo formal en México.

Al respecto, Carlo Ledezma, expresidente de la Asociación Mexicana de Venta Directa, señala que las ventas pueden ser un gran aliciente para enfrentar esta merma de ocupación.

“En realidad, aquellas personas que venden, las que tiene ocasión de colar un producto, un servicio o idea, son las que tienen mayor prosperidad económica”, menciona Ledezma.

Por lo que, el experto en emprendimiento y ventas, hace señalamientos claros para hacer una cadena de ventas y doblegar al desempleo: “Grandes vendedores han echado por tierra el mito de las ventas, especialmente en un panorama tan retador como este, en el que se requiere que la gente pueda solventar los ingresos de la economía familiar que han perdido, ya sea por recortes desueldo, por pérdida de clientes o porque los despidieron. Hay que repensar las ventas”.

Esto se debe considerar, ya que el IMSS afirma que la disminución del empleo de enero a junio fue de 921,583 puestos, de los cuales el 73% corresponde a posiciones permanentes, al considerar las plazas creadas en los primeros meses del año.

El organismo atribuye la caída de los 83,311 puestos de junio “a los efectos derivados de la emergencia sanitaria” que el gobierno mexicano decretó el 30 de marzo, cuando suspendió las actividades económicas no esenciales y decretó el confinamiento de la ciudadanía para evitar la propagación del virus.

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“La que vivimos actualmente que es una de las más grandes en la historia de la humanidad, si bien es adversa, irónicamente desde la perspectiva que uno la aborde también significan grandes oportunidades”, agrega el ejecutivo.

“Primero, porque después de tantas crisis vienen grandes mejoras en las condiciones de prosperidad financiera y material de las personas y segundo, para solventar estos tiempos de cambio hay que tener en mente no solo lo que uno quiera vender, sino tener muy en claro qué cosas, en este contexto tan retador, se pueden entregar. Que el consumidor lo valore (el producto/servicio) como una necesidad, y que esté dispuesto a pagar un precio por ello”, concluyó Ledezma.

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