El anuncio de la instalación de la nueva planta de Tesla en Nuevo León fue fue un campanazo para la el sector automotriz en México; sin embargo, la decisión de Elon Musk es apenas un eslabón en una cadena de inversiones que diversas empresas destinan al país con miras a fabricar vehículos eléctricos.
Hace casi un mes, el 3 de febrero, la empresa BMW Group informó que invertirá 800 millones de euros en la construcción de una planta de vehículos eléctricos en Villa de Reyes, el municipio industrial del estado. Esta inversión estará acompañada de la proveedores, los cuales no buscan quedarse atrás en la producción de dispositivos automotrices.
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Desde 2021, la estadounidense Ford comenzó a producir en sus instalaciones de Cuautitlán, Estado de México, el modelo eléctrico Mustang Mach-E para el mercado mundial.
La planta fue sometida a una profunda transformación para incorporar nueva tecnología y equipamiento, principalmente en las secciones de estampado, carrocería, pintura y ensamblaje, y se brindaron las capacitaciones necesarias al personal.
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General Motors invierte más de 1,000 millones de dólares para adaptar la planta de Ramos Arizpe, en Coahuila. Primero se montan baterías y motores eléctricos y luego se fabricarán vehículos eléctricos a partir de 2023.
“En el marco de la ambiciosa estrategia de General Motors con miras a fortalecer su posición en el segmento eléctrico, la de Ramos Arizpe será la quinta planta destinada a fabricar vehículos eléctricos en América del Norte”, indicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en un reporte.
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Las otras cuatro plantas de GM donde produce autos eléctricos son las de Spring Hill, en Tennessee; la Factory Zero y Orion, en Michigan, y Cami, en Ontario, Canadá.
A su vez, la empresa alemana Volkswagen ha anunciado inversiones por 7 mil millones de dólares durante los próximos cinco años con miras a viabilizar la transición hacia la producción de vehículos de cero emisiones en Estados Unidos.
Las iniciativas de Volkswagen se han centrado en el complejo de Chattanooga, en Tennessee, Estados Unidos, así como a fábricas en Alemania, pero México también está en la mira de la automotriz.
“Ya se comienza a especular que la compañía tiene planes de actualizar otros complejos como los de Puebla y Silao, en México, para el ensamblaje de vehículos y componentes eléctricos, a mediados de la presente década”, añadió la Cepal en su reporte sobre el sector.
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