Las Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) confirmó lo que el dictamen de la empresa noruega DNV ya había determinado: el colapso de una trabe en el viaducto elevado de la Línea 12 del Metro, entre las estaciones Olivos y Nopalera, ocurrido el pasado 3 de mayo, se debió a fallas en el diseño y construcción de la obra.

Por ello, la titular de la FGJ, Ernestina Godoy Ramos, informó este jueves en un mensaje a medios de información que luego de las conclusiones a las que llegó la investigación de la dependencia, y que aglutina 4 terabytes de información, se cuenta con “elementos para imputar a una serie de personas morales y físicas que tuvieron bajo su cargo asegurar que las causas del colapso no se presentaran”.

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Los delitos que se imputarán en la investigación del accidente de la Línea 12, que dejó 26 personas muertas y 98 lesionadas, así como cientos de miles de personas afectadas en su movilidad diaria, son homicidio, lesiones y daños a la propiedad.

La Fiscalía, dijo Godoy Ramos, solicitará audiencia en las próximas horas ante el Poder Judicial de la Ciudad de México para presentar las imputaciones contra personas físicas y morales, sin precisar nombres específicos en ningún caso.

En el caso de las personas morales, es decir, empresas, dijo que se buscará un acuerdo reparatorio para acelerar la reparación del daño a las víctimas y personas afectadas por el accidente.

“Los acuerdos reparatorios establecidos en nuestro Código Nacional de Procedimientos Penales son un mecanismo incorporado a nuestro sistema de justicia que busca privilegiar los intereses de las víctimas en el proceso y encontrar soluciones que impliquen la reparación eficaz y oportuna de los daños causados sin necesidad de desahogar un largo proceso judicial y sólo si sus términos se cumplen a cabalidad tienen como efecto la extinción de la acción penal”, detalló Godoy.

El consorcio de empresas que construyó la Línea 12 del Metro entre 2010 y 2012 estuvo conformado por la empresa ICA, encargada del tramo subterráneo y de parte del viaducto elevado; Carso Infraestructura y Construcción, responsable de la mayor parte del viaducto elevado, incluido el tramo donde ocurrió el accidente, y Alstom, responsable de la parte electromecánica.

Carso Infraestructura y Construcción es propiedad del Carlos Slim, el hombre más rico de México y quien ya pactó con el presidente Andprés Manuel López Obrador y la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, que su empresa rehabilitará el tramo colapsado de la Línea 12 del Metro sin costo para el erario.

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La fiscal Ernestina Godoy apuntó que el dictamen elaborado por la dependencia que encabeza, en el que participaron 19 disciplinas periciales, “será la base para que se definan y ejecuten acciones tangibles para que estos hechos no vuelvan a ocurrir”, y es independiente de los dictámenes generados por la empresa DNV, contratada por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil.  

“El día de hoy difundimos nuestros resultados hasta el punto en el que el debido proceso nos lo permite, sin violar los derechos de las víctimas e imputados. Nuestra investigación puede dividirse en dos grandes componentes: el peritaje para identificar las causas determinantes del colapso y el deslinde de responsabilidades de personas morales y físicas, tanto particulares como exservidores públicos”, dijo.

Señaló que, a diferencia de los dictámenes realizados por la empresa DNV, el documento generado por la FGJ no será posible hacerlo público ya que es parte de la carpeta de investigación que se abrió tras el colapso de parte de la Línea 12 el pasado 3 de mayo a las 22:11 horas. “Conservar el resguardo respeta los derechos de las víctimas e imputados y no se vulnera el valor probatorio de los elementos incluidos en el dictamen”.

El vocero de la FGJ, Ulises Lara, fue el encargado de leer parte de las conclusiones de la investigación realizada por la dependencia. Los resultados coincidieron con lo hallado por la empresa DNV: errores de construcción y diseño tales como falta de pernos o pernos mal colocados y en condiciones deficientes, con patrones irregulares de ubicación; falta de fusión de pernos con las vigas de acero; espesores de soldadura inferiores a los especificados en el proyecto.

Es así como la investigación de la FGJ, al igual que el dictamen previamente presentado por DNV, apunta a fallas constructivas por parte de las empresas encargadas de la obra civil de la Línea 12. Carso Infraestructura y Construcción, que ha negado ser responsable del colapso de la estructura, fue la empresa que construyó el tramo siniestrado.

Derivado de la investigación se descartaron posibles omisiones en mantenimiento. “Ningún manual de inspección y mantenimiento podría incluir deficiencias que de origen están en el diseño. Por otro lado el error grave de construcción referente a la carencia, mala ubicación y soldadura de los pernos por las mismas razones no pudieron haber sido detectadas en inspecciones tanto que no son visibles por encontrarse dentro de la estructura”.

“Si bien la falla que se registró el 3 de mayo fue súbita, y el diseño presenta deficiencias que ponían en duda la estabilidad a largo plazo, el colapso fue fundamentalmente originado por los errores en su construcción mismos que contribuyeron a acelerar de manera notable la cinemática del colapso”, finalizó el vocero Ulises Lara.

 

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