El uso de la bicicleta para la nueva normalidad está en los planes de la Ciudad de México, por ello se debe fomentar el uso de este vehículo en viajes cortos, construir infraestructura vial para ciclistas y peatones, así como aumentar el alcance del sistema Ecobici, de acuerdo un experto en la material.
Para evitar aglomeraciones de personas en el transporte público y la propagación de coronavirus, el gobierno capitalino optó por habilitar desde el 1 junio y de manera temporal dos ciclovías sobre avenida de Insurgentes y Eje 4 sur, al igual que implementó el uso gratuito de bicicletas del sistema público.
Dicha decisión fue acertada, de acuerdo con el director en México del El Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), Gonzalo Peón, quien insistió en sobre la factibilidad de usar la bicicleta en la capital del país para realizar trayectos pequeños, como en otros lados del mundo.
“Es importante pensar en otras opciones para viajes cortos, de manera rápida y para personas que no tienen bicicleta aún, como el sistema de bicicleta pública sin anclaje pero que haya un perímetro alrededor de estas vías puede ser interesante”.
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En entrevista para Forbes México, indicó que el carril confinado para ciclistas en la avenida Insurgentes “es un sueño”, porque las ciudades se contruyen por dos ejes principales que se cruzan y a partir de ahí se desarrolla la ciudad: en el caso de México son la antes mencionada y Paseo de la Reforma.
En ese sentido, Peón detalló que una ciclovía sobre estas arterias principales permitiría que aumentaran las posibilidades de llegar a los centros de trabajo en este vehículo ecológico, por ello espera que se realicen las evaluaciones necesarias para que dicho espacio ciclista pueda ser permanente.
El director de ITDP en México relató a este portal de noticias que uno de los objetivos del sistema público de bicicleta en Londres fue reducir el aforo de personas en el metro, puesto que un gran número personas lo utilizaban para trasladarse dos o tres estaciones, lo cual resultó exitoso.
Sin embargo, comparó que en el caso de China dio buenos resultados una política similar ante la nueva normalidad tras la pandemia de Covid-19, aunque en este caso se apostó porque las ciudadanía hiciera trayectos largos en bicicleta, lo cual resultó en un aumento del 150% en el uso del sistema gubernamental de este vehículo.
Gonzálo Peón advirtió que implementar el sistema de Ecobici en toda la CDMX sería complicado de administrar y con un alto costo económico, aunque resaltó que se podría aumentar el perímetro, como el caso de Ciudad Universitaria o Zacatenco.
Ante ello, sugirió que se podrían utilizar las bicicletas sin anclaje y los servicios privados, puesto que sería posible ampliar su extensión territorial mediante en la programación del sistema.
Apuntó que el miedo de la ciudadanía a contraer el virus en el transporte público los podría llevar a utilizar el automóvil, aun cuando ante optaban por usar otro modo de traslado, por lo tanto se podría motivar a la población a usar la bicicleta por medio de la construcción de infraestructura ciclista y peatonal.
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“La infraestructura segura es de las cosas que más incentivan a las personas, sobre todo para quienes no andan en bicicleta. Además, hay otras medidas de cultura, como el Ciclotón o Muévete en bici”.
En ese sentido, el experto en movilidad recomendó que algunas empresas socialmente responsables fomentaran entre sus empleados el uso de este modo de transporte para que arriben a sus centros de trabajo.
Infraestructura conjunta
Aunque las autoridades de la CDMX indicaron que trabajan con las del Estado de México en la elaboración de un plan de movilidad, puesto que gran parte de la población de los municipios mexiquenses conurbados transita por la capital del país, Gonzalo Peón refirió algunas de las opciones para atender el hecho son incrementar las opciones de transporte y servicios.
Bajo ese tenor, insistió en que se requiere ofrecerle al ciudadano de más opciones de traslado, con mejores conexiones y más directas, así como extender las áreas educativas, de salud y empleo en los sitios donde habita la gente.
Aunado a ello, relató que en la periferia de la ciudad existe una red vial de calles y banquetas que no están conectadas con los sistemas de transporte, como el caso del Tren Suburbano, donde las estaciones están aisladas.
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“No hay una cuadrícula que te genere opciones directas hacia estaciones. Algo parecido pasa con las líneas del metro que están en el Estado de México.
“Este tipo de desarrollos del Infonavit que se han hecho en Zumpango, Valle de Chalco y otros lugares forman círculos cerrados que hacen que la gente tenga que dar muchas vueltas para llegar”, sentenció.
Añadió que la red de transporte es tan poco eficaz que se necesitan varios transbordes para que la gente llegue a su destino, por ello la necesidad de realizar un análisis de accesibilidad urbana en estos sitios.
“Se necesita el análisis para identificar las barreras o cicatrices de la ciudad y suturarla, poner algunas calles locales, banquetas y hacer cruces directos; eso reduciría el número de kilómetros que las personas transitan para llegar a su destino,
“Hay gente que tiene que atravesar lotes baldíos para llegar al suburbano. Generar una banqueta decente, no es difícil o tan caro pero responsabilidad de diferentes gobiernos”, acotó.
