Para 2100, la temperatura en México aumentará 4 °C en la región colindante con Estados Unidos. En el resto del país, el incremento será de entre 2.5 y 3.5 °C. Esto, de acuerdo con el reporte “Impacto económico del cambio climático en México”, publicado en 2020 por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA). Algunos de los riesgos que plantea el reporte, de esto convertirse en realidad, es el descenso de la fertilidad de los suelos, incremento del nivel de mar, sequías extremas, lluvias torrenciales, baja productividad pesquera y ciclones más intensos, entre muchos otros.

Este escenario no es, ni debe ser, nuestra única preocupación al respecto. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 55.7 millones de personas se encuentran en situación de pobreza, de las que 10.8 millones sufren de pobreza extrema. Además, 24.4 millones padecen de rezago educativo y 66 millones no tienen acceso a seguridad social. Asimismo, continuamos padeciendo importantes problemáticas en temas de género: la participación laboral de las mujeres es de 45%, casi 60% de ellas trabaja en la informalidad y la brecha de remuneración salarial es de aproximadamente 18%, de acuerdo con el Instituto Mexicano para Competitividad (Imco). Y la lista podría continuar…

30 mentes más sostenibles de México

En el país se han tomado importantes decisiones con el objetivo de resolver estos y otros problemas que nos aquejan como nación: en el año 2015, México se comprometió a incorporar y dar seguimiento a la Agenda 2030, que contiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A partir de este momento, según explica el documento “El enfoque de la Agenda 2030 en planes y programas públicos en México”, se han establecido diversos mecanismos de monitoreo y alianzas internacionales y se incorporó la Agenda en diversos planes y programas públicos con el objetivo de impulsar acciones en favor de la sostenibilidad. No obstante, en días recientes, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, propuso desaparecer el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).

El sector privado, diversas organizaciones y activistas han ejecutado innumerables planes en favor de la sostenibilidad. Sin embargo, estos esfuerzos continúan siendo insuficientes. Y lo seguirán siendo hasta que todos y cada uno de los mexicanos cobremos plena consciencia de la urgente necesidad de accionar desde nosotros mismos.

Esta primera edición de “30 mentes más sostenibles” de Forbes México es un reconocimiento a algunos de los que han dedicado gran parte de su vida personal y profesional a mejorar su entorno actual y que están contribuyendo a que se generen mejores condiciones de vida para los más jóvenes y los que están por llegar.

El presente trabajo no podría estar completo sin mencionar al doctor Mario Molina Pasquel, Premio Nobel de Química 1995, quien falleció en octubre de 2020.

UNA RESPONSABILIDAD DE LA SOCIEDAD

“Los científicos pueden plantear los problemas que afectarán al medio ambiente con base en la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los científicos: es de toda la sociedad”, aseguraba el doctor Mario Molina Pasquel y Henríquez.

Molina pasó a la historia como uno de los científicos que demostraron el efecto dañino que los clorofluorocarbonos (CFC) causan en la capa de ozono, barrera atmosférica indispensable para la vida en la Tierra. Gracias a estas investigaciones, se firmó el Protocolo de Montreal, de las Naciones Unidas, al que se han comprometido 197 naciones para regular el uso y producción de casi 100 sustancias químicas.

Mario Molina fue profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también fue investigador, y de la Universidad de California, entre otras instituciones. También fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias y del Instituto de Medicina de Estados Unidos. Además, fue parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del presidente Barack Obama. Recibió más de 40 doctorados Honoris Causa y numerosos reconocimientos, de acuerdo con información del Centro Mario Molina.

En uno de sus últimos artículos, “La bomba de tiempo en la cima del mundo”, el doctor Molina expresó su profunda preocupación por el rápido agotamiento del hielo marino del Ártico, “donde hay menos hielo que nunca […]  lo que podría más que duplicar la tasa de calentamiento global”, dice en su texto. En él, también hace un llamado urgente a reducir rápidamente las emisiones de gases contaminantes que “mitigarían únicamente un aproximado de entre 0.1 y 0.3 °C de calentamiento de CO2 hasta el [año] 2050”, aseguró.

Recientemente, el Pleno del Senado aprobó denominar el Premio Nacional de Ciencias como “José Mario Molina Pasquel y Henríquez”.

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